una solución deliciosa para cualquier ocasión
Cuando hablamos de cocina práctica, versátil y reconfortante, los pasteles salados se llevan todos los aplausos. Son fáciles de preparar, se adaptan a casi cualquier ingrediente que tengas en la heladera y funcionan igual de bien como plato principal, cena ligera, para llevar al trabajo o como parte de una mesa fría en reuniones y picnics.
Con masa o sin masa, calientes o fríos, simples o elaborados… los pasteles salados siempre son una apuesta segura.
Un pastel salado es una preparación que combina una base, que puede ser masa o simplemente una mezcla de huevos y lácteos, con distintos ingredientes salados como verduras, quesos, carnes, embutidos o legumbres.
Todo se hornea hasta lograr una textura firme y dorada, ideal para cortar en porciones y disfrutar en cualquier momento.
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