Tardan bastante en cocerse las verdinas, pero la buena noticia, es que no tienes que hacerles ni caso mientras.
Ingredientes:
- 500 gr de alubia verdina
- 500 gr de langostinos crudos
Para la cocción de las verdinas
- 1 zanahoria grande
- 1 cebolleta
- 1 rama de apio
- 2 ajetes tiernos (puede ser un diente de ajo)
- 1 puerro
- 1 hoja de laurel
- Sal
- pimienta
- 1 cucharada de aceite de oliva
Para el fondo de langostinos
- Las cabezas de los langostinos
- 1 zanahoria
- 1 cebolleta o cebolla pequeña
- 100 ml de vino blanco
- 400 ml de agua
- 1 cucharada de aceite de oliva
- Sal
- pimienta
- perejil
Preparación
El día anterior ponemos las verdinas en remojo, al menos durante doce o catorce horas.
Inicialmente pelamos la zanahoria y la partimos en dos o tres trozos, limpiamos el puerro, la cebolleta, los ajetes y el apio y los echamos enteros, en una cacerola, junto con las verdinas, cubrimos con agua y lo ponemos a hervir.
Romperemos la ebullición un par de veces con agua fría, eliminaremos el exceso de agua dejando sólo que cubra, pondremos un poco de sal y pimienta, taparemos y lo dejaremos hervir a fuego suave.
La cocción será, en función del producto elegido y la dureza del agua, de entre una hora y media y dos horas y media (en olla exprés un tercio de este tiempo).
A continuación, preparamos los langostinos, separamos las cabezas y las ponemos en una sartén, no antiadherente mejor, y las sofreímos, las machacamos un poco para que suelten su jugo, que se nos quedará pegado en el fondo de la sartén, si bien hay que intentar que no se nos queme porque es el sabor que necesitamos para esta receta. Los cuerpos los pelamos y reservamos, echando las cáscaras en un cazo con el fondo de pescado o agua fría.
Una vez sofritas las cabezas, las echamos también en ese cazo y lo dejamos hervir despacito para que suelten todo su jugo.
Seguidamente, picamos muy fina la cebolleta y la zanahoria en brunoise, que es un corte regular y fino en cubitos de 3×3 mm.
Sobre los restos de sofreír las cabezas, ponemos la cebolleta a sudar con una pizca de sal para ayudar y, a continuación, la zanahoria.
Después, rehogamos todo un poco y le echamos el vino que nos despega todo lo depositado en el fondo de la sartén.
A continuación, dejaremos reducir casi a seco. Mientras tanto, le quitaremos el intestino a los langostinos y reservamos.
Cuando ya tenemos reducido el vino, colamos el fondo, lo echamos sobre nuestra sartén, y dejamos a fuego lento que reduzca un poco mientras la zanahoria y la cebolla se cuecen.
En este momento, las verdinas están prácticamente cocidas, les retiramos las verduras de su cocción y parte del líquido, que reservamos. Le echamos encima el contenido de la sartén y lo dejamos hervir hasta que las verdinas estén en su punto. Si vemos que le falta líquido, le echamos del que hemos retirado.
Cuando ya están, sacamos unas pocas con líquido y las verduras de la cocción, las pasamos por el minipimer y lo echamos dentro para espesar un poco la base.
Seguidamente, picamos el perejil, le echamos una parte y reservamos un poco para adornar por encima, rectificamos de sal y pimienta y mantenemos caliente hasta el momento de servir.
Antes de servir, en una sartén ponemos un poco de aceite y salteamos los cuerpos de los langostinos, que pondremos enteros encima.
Finalmente, emplatamos sobre plato hondo, limpio y caliente, poniendo las verdinas y, por encima, los langostinos que hemos salteado y un poco de perejil picado y servimos enseguida.
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