Las capas de espinacas frescas, champiñones salteados y queso ricota se entrelazan con las láminas de pasta, creando una sinfonía de texturas y sabores.
Ingredientes:
- 500 gr de espinacas frescas, lavadas y picadas
- 250 gr de champiñones, cortados en rodajas
- 500 gr de queso ricotta
- 2 tazas de salsa de tomate
- 2 dientes de ajo, picados
- 1 cebolla, picada
- 2 tazas de queso mozzarella rallado
- 1/2 taza de queso parmesano rallado
- Aceite de oliva
- Sal al gusto
- Hierbas frescas
- pimienta al gusto
Preparación
Preparamos las láminas de lasaña siguiendo las instrucciones del paquete.
Precalentamos el horno a 180° C.
En una sartén grande, calentamos un poco de aceite de oliva a fuego medio. Agregamos el ajo y la cebolla, y salteamos hasta que estén dorados.
Añadimos los champiñones a la sartén y cocinamos hasta que estén dorados y hayan reducido su tamaño.
Agregamos las espinacas picadas y cocinamos hasta que se marchiten. Condimentamos con sal y pimienta al gusto. Si lo deseas, puedes añadir hierbas frescas picadas en este paso.
En un recipiente aparte, mezclamos el queso ricota con la mitad del queso mozzarella y la mitad del queso parmesano.
Reservamos el resto de los quesos para la capa superior de la lasaña
En un molde para hornear, extendemos una capa delgada de salsa de tomate en el fondo.
Colocamos una capa de láminas de lasaña sobre la salsa.
Agregamos una capa de la mezcla de espinacas, champiñones y queso ricota sobre las láminas de lasaña.
Repetimos este proceso hasta terminar con los ingredientes, asegurándote de que la última capa sea de láminas de lasaña cubiertas con salsa de tomate.
Espolvoreamos el queso mozzarella y el queso parmesano restantes sobre la capa superior.
Cubrimos el molde con papel aluminio y horneamos durante 30 minutos.
Retiramos el papel aluminio y horneamos durante otros 15 minutos o hasta que el queso esté dorado y burbujeante.
Dejamos reposar la lasaña unos minutos antes de cortarla para que se asiente.
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