𝗟𝗮 𝗴𝗮𝘀𝘁𝗿𝗼𝗻𝗼𝗺𝗶́𝗮 𝗲𝘀 𝗲𝗹 𝗮𝗿𝘁𝗲 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗽𝗿𝗲𝗽𝗮𝗿𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗱𝗲 𝘂𝗻𝗮 𝗯𝘂𝗲𝗻𝗮 𝗰𝗼𝗺𝗶𝗱𝗮. 𝗟𝗮 𝗽𝗮𝗹𝗮𝗯𝗿𝗮, 𝗰𝗼𝗺𝗼 𝘁𝗮𝗹, 𝗽𝗿𝗼𝘃𝗶𝗲𝗻𝗲 𝗱𝗲𝗹 𝗴𝗿𝗶𝗲𝗴𝗼 𝝲𝝰𝞂𝞃𝞀𝝾𝝼𝝾𝝻𝝸́𝝰 (𝗴𝗮𝘀𝘁𝗿𝗼𝗻𝗼𝗺𝗶́𝗮). 𝗟𝗮 𝗴𝗮𝘀𝘁𝗿𝗼𝗻𝗼𝗺𝗶́𝗮 𝘀𝗲 𝗰𝗼𝗺𝗽𝗼𝗻𝗲 𝗱𝗲 𝘂𝗻 𝗰𝗼𝗻𝗷𝘂𝗻𝘁𝗼 𝗱𝗲 𝗰𝗼𝗻𝗼𝗰𝗶𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼𝘀 𝘆 𝗽𝗿𝗮́𝗰𝘁𝗶𝗰𝗮𝘀 𝗿𝗲𝗹𝗮𝗰𝗶𝗼𝗻𝗮𝗱𝗮𝘀 𝗰𝗼𝗻 𝗲𝗹 𝗮𝗿𝘁𝗲 𝗰𝘂𝗹𝗶𝗻𝗮𝗿𝗶𝗼, 𝗹𝗮𝘀 𝗿𝗲𝗰𝗲𝘁𝗮𝘀, 𝗹𝗼𝘀 𝗶𝗻𝗴𝗿𝗲𝗱𝗶𝗲𝗻𝘁𝗲𝘀, 𝗹𝗮𝘀 𝘁𝗲́𝗰𝗻𝗶𝗰𝗮𝘀 𝘆 𝗹𝗼𝘀 𝗺𝗲́𝘁𝗼𝗱𝗼𝘀, 𝗮𝘀𝗶́ 𝗰𝗼𝗺𝗼 𝘀𝘂 𝗲𝘃𝗼𝗹𝘂𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗵𝗶𝘀𝘁𝗼́𝗿𝗶𝗰𝗮 𝘆 𝘀𝘂𝘀 𝘀𝗶𝗴𝗻𝗶𝗳𝗶𝗰𝗮𝗰𝗶𝗼𝗻𝗲𝘀 𝗰𝘂𝗹𝘁𝘂𝗿𝗮𝗹𝗲𝘀.


Cocinar es una actividad que permite unir a la familia en torno a la cocina y a la mesa, preparar platos diversos y aprovechar el tiempo libre en una actividad provechosa. Cocinar pone a prueba tu habilidad, tu creatividad y la capacidad de innovar. La gastronomía va más allá de comer; se trata de una actividad que tiene una historia y hace parte de la cultura.

Ku Bak con gambas


El Ku Bak es un plato hecho con arroz frito inflado. El arroz se fríe en aceite caliente hasta que se infla y se convierte en una especie de palomitas de arroz, que luego se mezcla con otros ingredientes como verduras, o gambas.





Ingredientes:



- 200 gr de arroz largo
- 150 gr de gambas peladas grandes
- 1 clara de huevo
- 1 trozo de jengibre
- 4 dientes de ajo
- 1 cucharada de maicena
- 1 cucharada de salsa de soja 
- 1 cucharada de salsa de ostras 
- 1 cucharada de vino de arroz 
- 1 cucharada de aceite de sesamo 
- 1 zanahoria
- 1 cebolla
- ½ pimiento verde
- 3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- Aceite de girasol para freír
- ½ pastilla de caldo de pollo
- 1 cucharadita de sal
- 1 cucharadita de pimienta blanca




Preparación




Enjuagamos el arroz de grano largo varias veces hasta que el agua salga clara.

 Escurrimos bien el arroz y lo dejamos reposar durante al menos 30 minutos.

En una olla mediana, añadimos el arroz y la misma cantidad de agua y lleva a ebullición a fuego medio-alto.
Una vez que el agua hierva, reducimos el fuego a medio-bajo y tapamos la olla. 

Dejamos cocinar el arroz durante 20 minutos, o hasta que todo el agua se haya absorbido.

Después de apagar el fuego esperamos 10 minutos para destapar.

Extendemos el arroz cocido en una bandeja para hornear a la que habrás colocado papel de horno, aplastamos ligeramente con una espátula, y lo déjamos enfriar completamente.

Una vez frio, metemos al horno, precalentado a 200º C y dejamos que se cocine unos 30 minutos.
Sacamos y dejamos que se enfríe. Reservamos.

En un bol ponemos la clara de huevo, una cucharada de maicena y una cucharadita de sal.

Batimos todo con un tenedor hasta que esté bien integrado.

Introducimos las gambas peladas (a las que previamente habremos quitado el intestino) y dejamos marinar durante 5 o 10 minutos.

Pelamos la zanahoria y cortamos en cubos pequeñitos.

Cortamos de igual forma la cebolla y el pimiento.

Picamos el jengibre (unos 10 g) en cubos muy pequeñitos.

Hacemos lo mismo con el ajo, picándolo bien.

Calentamos un poco de aceite en un wok y salteamos las gambas.

Cuando estén doradas retiramos y reservamos.

Ponemos un poco más de aceite en el wok y salteamos la cebolla, el jengibre y el ajo.

Cuando cambie de color añadimos los pimientos y la zanahoria.

Añadimos 1 cucharada de vino de arroz

Salteamos un par de minutos y
añadimos 1 cucharada de salsa de ostras y 1 cucharada de salsa de ostras y mezclamos todo bien.

Añadimos un vaso de agua, y cuando empiece a hervir añadimos 1 cucharadita de sal, ½ pastilla de caldo de pollo desmenuzada y 1 cucharadita de pimienta blanca molida.

Mezclamos y dejamos que se cocine un par de minutos.

Añadimos 1 cucharada de maicena disuelta en agua para que espese la salsa y añadimos las gambas.

Finalmente echamos una cucharada de aceite de sésamo.

Mezclamos bien, apagamos el fuego y reservamos.

Calentamos aceite de girasol a fuego alto (180º C) en una cacerola pequeña y Vamos poniendo el arroz que teníamos reservado en pequeñas tandas en el aceite caliente, para que se infle.

Se tiene que dorar ligerísimamente, por lo que lo ideal es freírlo colocándolo directamente en un colador de malla metálico, que sumergimos en el aceite caliente, y en cuanto esté inflado lo retiramos y ponemos sobre papel absorbente.

Repetimos hasta tener todo el arroz frito e inflado.

Ponemos el arroz en un plato y sobre él la salsa con gambas que habíamos dejado reservada.

Mezclamos y comemos inmediatamente. Hay que comerlo antes de que la salsa empape el arroz para que esté crujiente.

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