𝗟𝗮 𝗴𝗮𝘀𝘁𝗿𝗼𝗻𝗼𝗺𝗶́𝗮 𝗲𝘀 𝗲𝗹 𝗮𝗿𝘁𝗲 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗽𝗿𝗲𝗽𝗮𝗿𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗱𝗲 𝘂𝗻𝗮 𝗯𝘂𝗲𝗻𝗮 𝗰𝗼𝗺𝗶𝗱𝗮. 𝗟𝗮 𝗽𝗮𝗹𝗮𝗯𝗿𝗮, 𝗰𝗼𝗺𝗼 𝘁𝗮𝗹, 𝗽𝗿𝗼𝘃𝗶𝗲𝗻𝗲 𝗱𝗲𝗹 𝗴𝗿𝗶𝗲𝗴𝗼 𝝲𝝰𝞂𝞃𝞀𝝾𝝼𝝾𝝻𝝸́𝝰 (𝗴𝗮𝘀𝘁𝗿𝗼𝗻𝗼𝗺𝗶́𝗮). 𝗟𝗮 𝗴𝗮𝘀𝘁𝗿𝗼𝗻𝗼𝗺𝗶́𝗮 𝘀𝗲 𝗰𝗼𝗺𝗽𝗼𝗻𝗲 𝗱𝗲 𝘂𝗻 𝗰𝗼𝗻𝗷𝘂𝗻𝘁𝗼 𝗱𝗲 𝗰𝗼𝗻𝗼𝗰𝗶𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼𝘀 𝘆 𝗽𝗿𝗮́𝗰𝘁𝗶𝗰𝗮𝘀 𝗿𝗲𝗹𝗮𝗰𝗶𝗼𝗻𝗮𝗱𝗮𝘀 𝗰𝗼𝗻 𝗲𝗹 𝗮𝗿𝘁𝗲 𝗰𝘂𝗹𝗶𝗻𝗮𝗿𝗶𝗼, 𝗹𝗮𝘀 𝗿𝗲𝗰𝗲𝘁𝗮𝘀, 𝗹𝗼𝘀 𝗶𝗻𝗴𝗿𝗲𝗱𝗶𝗲𝗻𝘁𝗲𝘀, 𝗹𝗮𝘀 𝘁𝗲́𝗰𝗻𝗶𝗰𝗮𝘀 𝘆 𝗹𝗼𝘀 𝗺𝗲́𝘁𝗼𝗱𝗼𝘀, 𝗮𝘀𝗶́ 𝗰𝗼𝗺𝗼 𝘀𝘂 𝗲𝘃𝗼𝗹𝘂𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗵𝗶𝘀𝘁𝗼́𝗿𝗶𝗰𝗮 𝘆 𝘀𝘂𝘀 𝘀𝗶𝗴𝗻𝗶𝗳𝗶𝗰𝗮𝗰𝗶𝗼𝗻𝗲𝘀 𝗰𝘂𝗹𝘁𝘂𝗿𝗮𝗹𝗲𝘀.


Cocinar es una actividad que permite unir a la familia en torno a la cocina y a la mesa, preparar platos diversos y aprovechar el tiempo libre en una actividad provechosa. Cocinar pone a prueba tu habilidad, tu creatividad y la capacidad de innovar. La gastronomía va más allá de comer; se trata de una actividad que tiene una historia y hace parte de la cultura.

Cheesecake de Baileys con caramelo


 La combinación de una crema de queso y Baileys, hace de este cheesecake un postre ideal para disfrutar con tus seres queridos.




Ingredientes:


- 750 gr de queso crema tipo Philadelphia
- 200 gr de azúcar
- 100 ml de nata para montar 
- 4 huevos medianos
- 125 ml de Baileys
- 1 cucharada de aroma de vainilla
- 30 gr de almidón de maíz o maicena


Para la base

- 200 gr  de galletas tipo Digestive o similar
- 100 gr de mantequilla


Caramelo al whisky

- 100 gr de azúcar moreno (también vale blanco)
- 100 ml de nata líquida para montar
- 2 cucharadas de whisky
- 25 gr de mantequilla fría
- Unas gotas de zumo de limón
- 1 pizca de sal


Para adornar

- Pretzeles
- Palomitas saladas o al caramelo




Preparación



Vamos a empezar por preparar el caramelo al whisky, este paso podemos hacerlo la víspera para asi adelantar trabajo.

Para hacerlo lo primero de todo es que pongamos a calentar la nata líquida en un cazo a fuego bajo o en el microondas.

Después, en un cazo a fuego medio, ponemos el azúcar en seco a calentar. Poco a poco el azúcar se irá adquiriendo un tono marrón claro convirtiéndose en caramelo. Para que no cristalice, hay que evitar removerlo. Lo mejor es dejarlo hasta que esté medio líquido y luego poco a poco disolver los restos de azúcar haciendo movimientos suaves en forma de círculo con el cazo.

Añadimos unas gotas de zumo limón para que el caramelo no se endurezca.

Sacamos rápidamente del fuego e inmediatamente incorporamos de una sola vez la nata líquida con cuidado. Removemos bien con ayuda de una cuchara de madera.

Añadimos una pizca de sal.

Luego, agregamos la mantequilla fría al cazo y removemos hasta que se haya disuelto y quede una salsa brillante.

Calentamos de nuevo 2 minutos para derretir los grumos que hayan quedado.

Por último, mezclar con el whisky fuera del fuego. Reservamos y la dejamos enfriar por completo.

Precalentamos el horno a 175º C.

Trituramos las galletas. Lo podemos hacer utilizando el accesorio picador de la batidora o procesador de alimentos o, metiendo las galletas en una bolsa de alimentos con cierre hermético y aplastarlas con un rodillo.

Derretimos la mantequilla al fuego o al microondas unos segundos. Mezclamos la harina de galletas con la mantequilla derretida. Forramos el fondo del molde con un círculo de papel de hornear. Echamos la mezcla de galletas en el molde y presionamos bien, primero con las manos y luego con una cuchara o un vaso para que quede compacta.

Horneamos a media altura unos 10 minutos. Sacamos y dejamos enfriar.

Ponemos a hervir 1 o 2 litros de agua.

En un bol, mezclamos el queso crema con el azúcar. Añadimos los 3 huevos, uno por uno y mezclamos bien. Agregamos la nata, el baileys y la cucharada de vainilla. Mezclamos bien. Por último, incorporamos la maicena tamizada. Con cuidado, le  damos unos golpes al bol contra la encimera para que salga el aire de la mezcla.

Transferimos la mezcla al molde con la base. Cubrimos el exterior del molde con papel de aluminio.

Metemos el molde en una fuente para horno un poco alta. Cubrimos con agua hirviendo más o menos hasta casi la mitad del molde.

Horneamos al baño maría a media altura unos 45 minutos a 175º C. Pasado ese tiempo  bajamos la temperatura a 160º C y horneamos  15 minutos más. Apagamos el horno y dejar la puerta entreabierta para que el calor se vaya poco a poco.

Cuando esté templado, meterlo en la nevera hasta el día siguiente.

En el momento de servirla la desmoldamos, la cubrimos con el caramelo al whisky y adornamos con unas palomitas y unos Pretzeles.

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