𝗟𝗮 𝗴𝗮𝘀𝘁𝗿𝗼𝗻𝗼𝗺𝗶́𝗮 𝗲𝘀 𝗲𝗹 𝗮𝗿𝘁𝗲 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗽𝗿𝗲𝗽𝗮𝗿𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗱𝗲 𝘂𝗻𝗮 𝗯𝘂𝗲𝗻𝗮 𝗰𝗼𝗺𝗶𝗱𝗮. 𝗟𝗮 𝗽𝗮𝗹𝗮𝗯𝗿𝗮, 𝗰𝗼𝗺𝗼 𝘁𝗮𝗹, 𝗽𝗿𝗼𝘃𝗶𝗲𝗻𝗲 𝗱𝗲𝗹 𝗴𝗿𝗶𝗲𝗴𝗼 𝝲𝝰𝞂𝞃𝞀𝝾𝝼𝝾𝝻𝝸́𝝰 (𝗴𝗮𝘀𝘁𝗿𝗼𝗻𝗼𝗺𝗶́𝗮). 𝗟𝗮 𝗴𝗮𝘀𝘁𝗿𝗼𝗻𝗼𝗺𝗶́𝗮 𝘀𝗲 𝗰𝗼𝗺𝗽𝗼𝗻𝗲 𝗱𝗲 𝘂𝗻 𝗰𝗼𝗻𝗷𝘂𝗻𝘁𝗼 𝗱𝗲 𝗰𝗼𝗻𝗼𝗰𝗶𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼𝘀 𝘆 𝗽𝗿𝗮́𝗰𝘁𝗶𝗰𝗮𝘀 𝗿𝗲𝗹𝗮𝗰𝗶𝗼𝗻𝗮𝗱𝗮𝘀 𝗰𝗼𝗻 𝗲𝗹 𝗮𝗿𝘁𝗲 𝗰𝘂𝗹𝗶𝗻𝗮𝗿𝗶𝗼, 𝗹𝗮𝘀 𝗿𝗲𝗰𝗲𝘁𝗮𝘀, 𝗹𝗼𝘀 𝗶𝗻𝗴𝗿𝗲𝗱𝗶𝗲𝗻𝘁𝗲𝘀, 𝗹𝗮𝘀 𝘁𝗲́𝗰𝗻𝗶𝗰𝗮𝘀 𝘆 𝗹𝗼𝘀 𝗺𝗲́𝘁𝗼𝗱𝗼𝘀, 𝗮𝘀𝗶́ 𝗰𝗼𝗺𝗼 𝘀𝘂 𝗲𝘃𝗼𝗹𝘂𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗵𝗶𝘀𝘁𝗼́𝗿𝗶𝗰𝗮 𝘆 𝘀𝘂𝘀 𝘀𝗶𝗴𝗻𝗶𝗳𝗶𝗰𝗮𝗰𝗶𝗼𝗻𝗲𝘀 𝗰𝘂𝗹𝘁𝘂𝗿𝗮𝗹𝗲𝘀.


Cocinar es una actividad que permite unir a la familia en torno a la cocina y a la mesa, preparar platos diversos y aprovechar el tiempo libre en una actividad provechosa. Cocinar pone a prueba tu habilidad, tu creatividad y la capacidad de innovar. La gastronomía va más allá de comer; se trata de una actividad que tiene una historia y hace parte de la cultura.

Patata en olla de barro


Lo importante de esta receta es lograr que las patatas estén muy suaves por dentro y crujientes por fuera, algo que se logra friéndolas lentamente en aceite, mantequilla o manteca de cerdo, que es como se hacían antiguamente. Nosotros, por no añadir más grasa de la necesaria, pero sin renunciar al sabor, las vamos a hacer en una mezcla de mantequilla y aceite.





Ingredientes:


-1 kg de Patatas
- 100 gr de Panceta adobada
- 8 Cebollas
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal
- Pimienta negra molida
- Caldo de carne , pollo o verduras
- Mantequilla




Preparación



En primer lugar, lavamos un kilo de patatas y, sin pelarlas, las añadimos a una olla grande. Las cubrimos de agua, encendemos el fuego, y dejamos que se cocinen durante unos 30 minutos. Con ayuda de un tenedor, comprobamos que están blandas, pero no demasiado cocidas, antes de secarlas. Las escurrimos y dejamos que se enfríen.

Mientras pelamos y picamos la cebolla en juliana, y la panceta en cubos en trozos pequeños. Cuando podamos manipular las patatas sin quemarnos, las pelamos con ayuda de un cuchillo y las cortamos en trozos irregulares de un bocado. Reservamos

Ahora, en una sartén grande donde vayan a caber todas las patatas, echamos una cucharada de aceite y otra de mantequilla. Dejamos que se derrita y, cuando esté caliente, echamos la cebolla, la cocinamos unos minutos y, después, echamos la panceta. Dejamos que se dore todo durante unos 10 minutos y añadimos las patatas.

Con ayuda de un cucharón trituramos parte de las patatas, salpimentamos y echamos otra cucharada de mantequilla. Seguimos cocinando durante 10 o 15 minutos, añadiendo de vez en cuando un poco de caldo vegetal, de carne o de pollo para evitar que las patatas se quemen y añadir sabor. 

El secreto de este plato es que el exterior de las patatas se tuesten y queden crujientes, para lo que tendremos que ir removiendo constantemente el guiso. Una vez estén las patatas a nuestro gusto, retiramos del fuego y servimos de inmediato.

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