Salsa castellana

Esta salsa castellana es una salsa tradicional de la gastronomía española, como su nombre indica. Se suele utilizar para servir junto a platos de carne, pero combina también con otros tipos de platos

Ingredientes:

- 500 gr de champiñones frescos

- 200 gr de jamón serrano

- 150 ml de vino blanco

- 150 ml de caldo de pollo

- Una pastilla de caldo de carne

- Dos cebollas medianas

- Cuatro dientes de ajo

- Dos hojas de laurel

- Tres cucharadas de harina

- Aceite de oliva virgen

- Sal

Preparación

Para hacer esta salsa castellana empezaremos limpiando los champiñones para quitarles la tierra puedan tener, lo que haremos con agua bajo el grifo. Después los laminamos si no lo están ya, siempre en láminas no muy gruesas. También pelamos la cebolla y la cortamos en juliana o la picamos, como más nos guste. Pelamos los dientes de ajo y los cortamos en rodajitas.

Usaremos una sartén de buen tamaño, que pondremos a calentar con un chorreón de aceite de oliva virgen, y cuando esté caliente echamos los trozos de cebolla y ajo, con un poco de sal por encima. Dejaremos sofreír a fuego no muy fuerte hasta que veamos que la cebolla empieza a cambiar de color. En ese momento agregamos las hojas de laurel y los champiñones limpios y laminados, removemos todo y dejamos cocinar a fuego medio.

Aprovechamos para cortar el jamón serrano en tiras o en taquitos, aunque puedes comprarlo ya troceado si lo prefieres. Tras unos 5 o 6 minutos en los que iremos removiendo todo el contenido de la sartén, agregamos el jamón troceado y tras otros 4 o 5 minutos echamos el vino blanco. Subimos la intensidad del fuego y dejamos que el alcohol del vino se evapore.

En ese momento echamos la pastilla de caldo de carne espolvoreada, el caldo de pollo y la harina, y removemos todo para que se disuelva la misma. Dejaremos a fuego medio-suave para que la salsa reduzca y quede un poco más espesa, corrigiendo el punto de sal si fuera necesario. Una vez hecha, esta salsa castellana se puede servir con algún plato de carne por ejemplo, que es lo más habitual.