𝗟𝗮 𝗴𝗮𝘀𝘁𝗿𝗼𝗻𝗼𝗺𝗶́𝗮 𝗲𝘀 𝗲𝗹 𝗮𝗿𝘁𝗲 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗽𝗿𝗲𝗽𝗮𝗿𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗱𝗲 𝘂𝗻𝗮 𝗯𝘂𝗲𝗻𝗮 𝗰𝗼𝗺𝗶𝗱𝗮. 𝗟𝗮 𝗽𝗮𝗹𝗮𝗯𝗿𝗮, 𝗰𝗼𝗺𝗼 𝘁𝗮𝗹, 𝗽𝗿𝗼𝘃𝗶𝗲𝗻𝗲 𝗱𝗲𝗹 𝗴𝗿𝗶𝗲𝗴𝗼 𝝲𝝰𝞂𝞃𝞀𝝾𝝼𝝾𝝻𝝸́𝝰 (𝗴𝗮𝘀𝘁𝗿𝗼𝗻𝗼𝗺𝗶́𝗮). 𝗟𝗮 𝗴𝗮𝘀𝘁𝗿𝗼𝗻𝗼𝗺𝗶́𝗮 𝘀𝗲 𝗰𝗼𝗺𝗽𝗼𝗻𝗲 𝗱𝗲 𝘂𝗻 𝗰𝗼𝗻𝗷𝘂𝗻𝘁𝗼 𝗱𝗲 𝗰𝗼𝗻𝗼𝗰𝗶𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼𝘀 𝘆 𝗽𝗿𝗮́𝗰𝘁𝗶𝗰𝗮𝘀 𝗿𝗲𝗹𝗮𝗰𝗶𝗼𝗻𝗮𝗱𝗮𝘀 𝗰𝗼𝗻 𝗲𝗹 𝗮𝗿𝘁𝗲 𝗰𝘂𝗹𝗶𝗻𝗮𝗿𝗶𝗼, 𝗹𝗮𝘀 𝗿𝗲𝗰𝗲𝘁𝗮𝘀, 𝗹𝗼𝘀 𝗶𝗻𝗴𝗿𝗲𝗱𝗶𝗲𝗻𝘁𝗲𝘀, 𝗹𝗮𝘀 𝘁𝗲́𝗰𝗻𝗶𝗰𝗮𝘀 𝘆 𝗹𝗼𝘀 𝗺𝗲́𝘁𝗼𝗱𝗼𝘀, 𝗮𝘀𝗶́ 𝗰𝗼𝗺𝗼 𝘀𝘂 𝗲𝘃𝗼𝗹𝘂𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗵𝗶𝘀𝘁𝗼́𝗿𝗶𝗰𝗮 𝘆 𝘀𝘂𝘀 𝘀𝗶𝗴𝗻𝗶𝗳𝗶𝗰𝗮𝗰𝗶𝗼𝗻𝗲𝘀 𝗰𝘂𝗹𝘁𝘂𝗿𝗮𝗹𝗲𝘀.


Cocinar es una actividad que permite unir a la familia en torno a la cocina y a la mesa, preparar platos diversos y aprovechar el tiempo libre en una actividad provechosa. Cocinar pone a prueba tu habilidad, tu creatividad y la capacidad de innovar. La gastronomía va más allá de comer; se trata de una actividad que tiene una historia y hace parte de la cultura.

Salsa agridulce

 

Hoy traemos aires de china: una salsa agridulce. Receta fácil y casera. La salsa agridulce es sin duda una de la más tradicional de la gastronomía china. Su sabor combina con multitud alimentos, no siempre orientales, como carnes y fritos. Esto es gracias a su toque, por un lado ácido y por otro lado dulzón, que se consigue combinando una serie de ingredientes muy fáciles de conseguir.



Ingredientes:


- 150 ml de salsa de soja
- 150 ml de kétchup
- 150 gr de azúcar
- 150 ml de vinagre de arroz o vinagre blanco
- 1 naranja
- 1 limón
- maicena
- 2 cucharadas de salsa Perrins o salsa Worcestersire
- 1 pizca de sal



Preparación



Lo primero que debemos hacer es exprimir el zumo de la naranja y del limón. Este zumo va a ser parte, junto con el vinagre, del toque ácido de la salsa agridulce.

En una olla pequeña ponemos a fuego bajo la salsa de soja, el kétchup, el azúcar, el vinagre, la salsa Perrins, el zumo que acabamos de exprimir y una pizca de sal. Removemos constantemente para que todo se integre mientras la mezcla va cogiendo calor. Continuamos removiendo durante unos 5 minutos, hasta que la salsa comience a hervir y todo se haya integrado.

Ahora vamos a preparar la maicena, que servirá de espesante para nuestra salsa. Es importante hacerlo de esta manera ya que si la añadimos directamente se formarán grumos y jamás se disolverá. En un vaso ponemos 1 cucharada de la misma y añadimos un poco de agua. Con una cucharita mezclamos bien hasta que tengamos una salsa homogénea. Si es necesario se puede añadir un poco más de agua. Una vez esté listo, la añadimos a la olla y removemos hasta su completa disolución.

Cuando todo esté disuelto e integrado vamos probar la salsa y a corregir de sal. Si la notas demasiado espesa puedes añadir más agua, o si al contrario, está demasiado ligera, puedes añadir más maicena hasta que encuentres el punto de salsa.

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