𝗟𝗮 𝗴𝗮𝘀𝘁𝗿𝗼𝗻𝗼𝗺𝗶́𝗮 𝗲𝘀 𝗲𝗹 𝗮𝗿𝘁𝗲 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗽𝗿𝗲𝗽𝗮𝗿𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗱𝗲 𝘂𝗻𝗮 𝗯𝘂𝗲𝗻𝗮 𝗰𝗼𝗺𝗶𝗱𝗮. 𝗟𝗮 𝗽𝗮𝗹𝗮𝗯𝗿𝗮, 𝗰𝗼𝗺𝗼 𝘁𝗮𝗹, 𝗽𝗿𝗼𝘃𝗶𝗲𝗻𝗲 𝗱𝗲𝗹 𝗴𝗿𝗶𝗲𝗴𝗼 𝝲𝝰𝞂𝞃𝞀𝝾𝝼𝝾𝝻𝝸́𝝰 (𝗴𝗮𝘀𝘁𝗿𝗼𝗻𝗼𝗺𝗶́𝗮). 𝗟𝗮 𝗴𝗮𝘀𝘁𝗿𝗼𝗻𝗼𝗺𝗶́𝗮 𝘀𝗲 𝗰𝗼𝗺𝗽𝗼𝗻𝗲 𝗱𝗲 𝘂𝗻 𝗰𝗼𝗻𝗷𝘂𝗻𝘁𝗼 𝗱𝗲 𝗰𝗼𝗻𝗼𝗰𝗶𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼𝘀 𝘆 𝗽𝗿𝗮́𝗰𝘁𝗶𝗰𝗮𝘀 𝗿𝗲𝗹𝗮𝗰𝗶𝗼𝗻𝗮𝗱𝗮𝘀 𝗰𝗼𝗻 𝗲𝗹 𝗮𝗿𝘁𝗲 𝗰𝘂𝗹𝗶𝗻𝗮𝗿𝗶𝗼, 𝗹𝗮𝘀 𝗿𝗲𝗰𝗲𝘁𝗮𝘀, 𝗹𝗼𝘀 𝗶𝗻𝗴𝗿𝗲𝗱𝗶𝗲𝗻𝘁𝗲𝘀, 𝗹𝗮𝘀 𝘁𝗲́𝗰𝗻𝗶𝗰𝗮𝘀 𝘆 𝗹𝗼𝘀 𝗺𝗲́𝘁𝗼𝗱𝗼𝘀, 𝗮𝘀𝗶́ 𝗰𝗼𝗺𝗼 𝘀𝘂 𝗲𝘃𝗼𝗹𝘂𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗵𝗶𝘀𝘁𝗼́𝗿𝗶𝗰𝗮 𝘆 𝘀𝘂𝘀 𝘀𝗶𝗴𝗻𝗶𝗳𝗶𝗰𝗮𝗰𝗶𝗼𝗻𝗲𝘀 𝗰𝘂𝗹𝘁𝘂𝗿𝗮𝗹𝗲𝘀.


Cocinar es una actividad que permite unir a la familia en torno a la cocina y a la mesa, preparar platos diversos y aprovechar el tiempo libre en una actividad provechosa. Cocinar pone a prueba tu habilidad, tu creatividad y la capacidad de innovar. La gastronomía va más allá de comer; se trata de una actividad que tiene una historia y hace parte de la cultura.

Torrijas a la canela con aguamiel

Presentadas en forma de daditos, se bañan con leche, azúcar, canela y cáscara de limón. Luego se rebozan con huevo y se fríen. Al final, se untan con un almíbar hecho con agua y miel.



Ingredientes:


- 375 ml de leche
- 40 gr de azúcar
- 1 vaina de canela
- 1 limón
- ½ barra de pan del día anterior
- 1 huevo
-Aceite de oliva


PARA EL ALMÍBAR

- 50 ml de miel
- Agua


PARA DECORAR
- Vaina de canela
- Menta


Preparación



Lavamos el limón, lo secamos con papel de cocina y retiramos la piel con cuidado. Para que no amargue, procuramos cortar solo la parte amarilla.

Vertemos la leche en un cazo, con el azúcar, la rama de canela y la cáscara de limón, y la calentamos hasta que llegue a ebullición. Retiramos del fuego, dejamos que se enfríe completamente y la colamos.

Cortamos el pan en dados de unos 3 x 3 cm, los ponemos en una bandeja o un molde y los bañamos con la leche infusionada.  Les damos la vuelta y dejamos que se empapen bien por todos lados.

Ponemos 50 mililitros de agua en un cazo, añadimos la miel y cocemos a fuego suave, removiendo, durante 6 minutos. Retiramos el almíbar del fuego y dejamos enfriar.

Cascamos el huevo en un plato hondo y lo batimos con un tenedor. Escurrimos ligeramente los dados de pan y los pasamos por el huevo, con cuidado para que no se rompan.

Vertemos abundante aceite en una sartén honda y freímos las torrijas por tandas, hasta que se doren por todos lados. Las retiramos con una espumadera y las dejamos escurrir sobre papel de cocina para eliminar el exceso de grasa. 

Esperamos a que se enfríen, las bañamos en el almíbar y las repartimos en unos platos de postre. 

En el momento de servir, las decoramos con canela en rama y la menta lavada.


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