𝗟𝗮 𝗴𝗮𝘀𝘁𝗿𝗼𝗻𝗼𝗺𝗶́𝗮 𝗲𝘀 𝗲𝗹 𝗮𝗿𝘁𝗲 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗽𝗿𝗲𝗽𝗮𝗿𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗱𝗲 𝘂𝗻𝗮 𝗯𝘂𝗲𝗻𝗮 𝗰𝗼𝗺𝗶𝗱𝗮. 𝗟𝗮 𝗽𝗮𝗹𝗮𝗯𝗿𝗮, 𝗰𝗼𝗺𝗼 𝘁𝗮𝗹, 𝗽𝗿𝗼𝘃𝗶𝗲𝗻𝗲 𝗱𝗲𝗹 𝗴𝗿𝗶𝗲𝗴𝗼 𝝲𝝰𝞂𝞃𝞀𝝾𝝼𝝾𝝻𝝸́𝝰 (𝗴𝗮𝘀𝘁𝗿𝗼𝗻𝗼𝗺𝗶́𝗮). 𝗟𝗮 𝗴𝗮𝘀𝘁𝗿𝗼𝗻𝗼𝗺𝗶́𝗮 𝘀𝗲 𝗰𝗼𝗺𝗽𝗼𝗻𝗲 𝗱𝗲 𝘂𝗻 𝗰𝗼𝗻𝗷𝘂𝗻𝘁𝗼 𝗱𝗲 𝗰𝗼𝗻𝗼𝗰𝗶𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼𝘀 𝘆 𝗽𝗿𝗮́𝗰𝘁𝗶𝗰𝗮𝘀 𝗿𝗲𝗹𝗮𝗰𝗶𝗼𝗻𝗮𝗱𝗮𝘀 𝗰𝗼𝗻 𝗲𝗹 𝗮𝗿𝘁𝗲 𝗰𝘂𝗹𝗶𝗻𝗮𝗿𝗶𝗼, 𝗹𝗮𝘀 𝗿𝗲𝗰𝗲𝘁𝗮𝘀, 𝗹𝗼𝘀 𝗶𝗻𝗴𝗿𝗲𝗱𝗶𝗲𝗻𝘁𝗲𝘀, 𝗹𝗮𝘀 𝘁𝗲́𝗰𝗻𝗶𝗰𝗮𝘀 𝘆 𝗹𝗼𝘀 𝗺𝗲́𝘁𝗼𝗱𝗼𝘀, 𝗮𝘀𝗶́ 𝗰𝗼𝗺𝗼 𝘀𝘂 𝗲𝘃𝗼𝗹𝘂𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗵𝗶𝘀𝘁𝗼́𝗿𝗶𝗰𝗮 𝘆 𝘀𝘂𝘀 𝘀𝗶𝗴𝗻𝗶𝗳𝗶𝗰𝗮𝗰𝗶𝗼𝗻𝗲𝘀 𝗰𝘂𝗹𝘁𝘂𝗿𝗮𝗹𝗲𝘀.


Cocinar es una actividad que permite unir a la familia en torno a la cocina y a la mesa, preparar platos diversos y aprovechar el tiempo libre en una actividad provechosa. Cocinar pone a prueba tu habilidad, tu creatividad y la capacidad de innovar. La gastronomía va más allá de comer; se trata de una actividad que tiene una historia y hace parte de la cultura.

Leche frita

Un postre muy típico de la gastronomía española. Consiste básicamente en leche, a la cual se le somete a un sencillo tratamiento para que obtenga un sabor delicioso y espese un poco. Después se reboza y se fríe. Es una receta que, aunque conlleva algo de trabajo, es muy fácil de hacer.



Ingredientes:



- 1 litro de leche
- 120 g de azúcar
- 120 g de maicena
- 1 piel de limón
- 1 piel de naranja
- 1 cucharadita de vainilla
- 1 ramita de canela


Para el rebozado:
- 3 huevos
- 50 g de harina
- Aceite para freír
- Azúcar para rebozar
- canela molida


Preparación



Con la ayuda de un pelador, cortamos unas pieles de naranja y de limón.

Apartamos  un vaso de la leche y reservamos. Vertemos el resto de la leche en un cazo. Añadimos las pieles de limón y naranja, la ramita de canela, y el azúcar. Llevamos el cazo al fuego. 

Bajamos el fuego cuando veamos que la leche empieza a hervir y dejamos el cazo en el fuego 10 minutos para que la leche tome todos los sabores. Dejamos que hierva muy despacito. Pasados 10 minutos, retiramos el cazo del fuego.

 Añadimos la maicena a la leche que habíamos reservado y removemos hasta que quede bien disuelta. Incorporamos la vainilla.

Colamos la leche con las pieles de fruta y la canela, poniéndolas en una cazuela aparte y añadimos la leche en la que has disuelto la maicena. Mezclamos bien y la  llevamos al fuego para que espese sin dejar de remover. Retiramos el cazo del fuego cuando hayamos obtenido una textura muy cremosa.

Vertemos la mezcla en una bandeja de plástico para que se enfríe y la cubrimos con un film de cocina para evitar que se haga costra. Dejamos que se enfríe por completo. Primero a temperatura ambiente y, después, en el frigorífico durante toda la noche.

 Cortamos las porciones del tamaño que quieras con un cuchillo y, con mucho cuidado, vamos sacándolas de la bandeja.

 Preparamos un plato con harina y otro con huevos batidos.

Calentamos abundante aceite en una sartén. Pasamos los trozos de leche frita primero por harina, y luego por huevo batido. Dejamos la leche frita en la sartén cuando el aceite esté bien caliente. Vamos dándoles la vuelta hasta que se doren por todas las caras y las retiramos a un plato con papel absorbente.

 Justo antes de servir, retira el exceso de aceite con una servilleta y pasa cada porción por una mezcla de  azúcar y canela.

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