Pocas presentaciones necesita hoy en día la salsa César. A la hora de elaborar la salsa César, es importante tener en cuenta la temperatura de los ingredientes, sobre todo la del huevo y la del aceite. Ambos tienen que estar a temperatura ambiente para conseguir la emulsión. Con el aceite no hay problema porque se suele guardar en la despensa, pero los huevos, que se deben refrigerar, conviene sacarlos de la nevera al menos 15 minutos antes y luego dejarlos reposar un poco, antes de batir.
Ingredientes:
- 4 filetes de anchoas en aceite
- 1 diente de ajo
- 2 cucharaditas de mostaza de Dijon
- 2 cucharadas de zumo de limón (o vinagre)
- ½ cucharadita de sal
- Pimienta negra molida al gusto
- 100 ml de aceite de oliva virgen extra suave
- 150 ml de aceite de girasol (o más aceite de oliva)
- 1 cucharadita de salsa inglesa o salsa Worcestershire (opcional)
- 30 g de queso parmesano rallado fino
Preparación
Lo primero de todo, vamos a meter en el vaso o un recipiente que tenga solo un poco más de diámetro que el pie de la batidora, 1 huevo, 4 anchoas en aceite, 1 diente de ajo pelado y sin el germen, 2 cucharaditas de mostaza de Dijon, 2 cucharadas de zumo de limón (o vinagre), ½ cucharadita de sal y un poco de pimienta al gusto.
Cubrimos los ingredientes, ya dentro, con 100 ml de aceite de oliva virgen extra y 150 ml de aceite de girasol (si el aceite de oliva fuese muy suave, podríamos usar solo de este tipo). Dejamos reposar unos 5 minutos para que los ingredientes se atemperen.
Ahora vamos a batir para conseguir la emulsión. Para ello, lo más fácil es meter la batidora bien recta y hasta el fondo, y batir a máxima potencia 1 o 2 minutos. Esto lo que consigue es atrapar el huevo entre las cuchillas e incorporar el aceite poco a poco, que es lo que necesitamos para conseguir la emulsión. Pasado el primer tiempo de batido, vamos a incorporar el resto del aceite muy poco a poco para que no se nos corte, subiendo y bajando la batidora despacito.
Cuando tengamos la salsa montada tipo mayonesa, vamos a incorporar por último una cucharadita de salsa inglesa y 30 g de queso parmesano. Mezclamos bien con una espátula.
Y ya tendríamos la salsa lista. Lo único que nos queda es probarla y rectificar de sal y pimienta, y quizás adecuarla a nuestro gusto.
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