𝗟𝗮 𝗴𝗮𝘀𝘁𝗿𝗼𝗻𝗼𝗺𝗶́𝗮 𝗲𝘀 𝗲𝗹 𝗮𝗿𝘁𝗲 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗽𝗿𝗲𝗽𝗮𝗿𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗱𝗲 𝘂𝗻𝗮 𝗯𝘂𝗲𝗻𝗮 𝗰𝗼𝗺𝗶𝗱𝗮. 𝗟𝗮 𝗽𝗮𝗹𝗮𝗯𝗿𝗮, 𝗰𝗼𝗺𝗼 𝘁𝗮𝗹, 𝗽𝗿𝗼𝘃𝗶𝗲𝗻𝗲 𝗱𝗲𝗹 𝗴𝗿𝗶𝗲𝗴𝗼 𝝲𝝰𝞂𝞃𝞀𝝾𝝼𝝾𝝻𝝸́𝝰 (𝗴𝗮𝘀𝘁𝗿𝗼𝗻𝗼𝗺𝗶́𝗮). 𝗟𝗮 𝗴𝗮𝘀𝘁𝗿𝗼𝗻𝗼𝗺𝗶́𝗮 𝘀𝗲 𝗰𝗼𝗺𝗽𝗼𝗻𝗲 𝗱𝗲 𝘂𝗻 𝗰𝗼𝗻𝗷𝘂𝗻𝘁𝗼 𝗱𝗲 𝗰𝗼𝗻𝗼𝗰𝗶𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼𝘀 𝘆 𝗽𝗿𝗮́𝗰𝘁𝗶𝗰𝗮𝘀 𝗿𝗲𝗹𝗮𝗰𝗶𝗼𝗻𝗮𝗱𝗮𝘀 𝗰𝗼𝗻 𝗲𝗹 𝗮𝗿𝘁𝗲 𝗰𝘂𝗹𝗶𝗻𝗮𝗿𝗶𝗼, 𝗹𝗮𝘀 𝗿𝗲𝗰𝗲𝘁𝗮𝘀, 𝗹𝗼𝘀 𝗶𝗻𝗴𝗿𝗲𝗱𝗶𝗲𝗻𝘁𝗲𝘀, 𝗹𝗮𝘀 𝘁𝗲́𝗰𝗻𝗶𝗰𝗮𝘀 𝘆 𝗹𝗼𝘀 𝗺𝗲́𝘁𝗼𝗱𝗼𝘀, 𝗮𝘀𝗶́ 𝗰𝗼𝗺𝗼 𝘀𝘂 𝗲𝘃𝗼𝗹𝘂𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗵𝗶𝘀𝘁𝗼́𝗿𝗶𝗰𝗮 𝘆 𝘀𝘂𝘀 𝘀𝗶𝗴𝗻𝗶𝗳𝗶𝗰𝗮𝗰𝗶𝗼𝗻𝗲𝘀 𝗰𝘂𝗹𝘁𝘂𝗿𝗮𝗹𝗲𝘀.


Cocinar es una actividad que permite unir a la familia en torno a la cocina y a la mesa, preparar platos diversos y aprovechar el tiempo libre en una actividad provechosa. Cocinar pone a prueba tu habilidad, tu creatividad y la capacidad de innovar. La gastronomía va más allá de comer; se trata de una actividad que tiene una historia y hace parte de la cultura.

Revuelto de bacalao

 

Se trata de una receta típica de la zona sur de Europa, en especial de España y Portugal. Es en éste país donde el revuelto de bacalao se considera una de las recetas más populares de su cocina. En España es también un plato muy conocido, tradicionalmente se prepara sobre todo en Semana Santa, donde el bacalao es uno de los ingredientes estrella de este tipo de elaboraciones. 


Ingredientes


- 200 gr. de bacalao
- 5 huevos
- Sal
- Aceite
- perejil picado


Preparación


Para comenzar con la elaboración, en una cazuela ponemos el bacalao desmigado y lo cubrimos con agua. Calentamos a fuego muy fuerte y justo antes de que comience a hervir, apagamos el fuego y dejamos que el bacalao repose en el agua alrededor de unos 10 minutos. Pasado este tiempo, escurrimos el agua del bacalao y lo reservamos en un plato.

Continuamos con la preparación de nuestro revuelto de bacalao. En un plato, cascamos los huevos y los batimos muy bien, sin añadir sal de momento.

A continuación, añadimos esta mezcla en una cazuelita alta. Lo calentamos a fuego medio-alto y con una cuchara de madera, removemos enérgicamente sin parar. Si ves que se te va mucho de fuego -que sube demasiado la temperatura- retiramos un momento del fuego, sin dejar de remover. Cuando vuelva a tomar una temperatura adecuada, devolvemos la cazuela al fuego.

Pasados un par de minutos, repitiendo esta técnica y, sin parar de remover en ningún momento, veremos que comienza a espesar. Al final, debe quedar cuajadito pero también veremos parte de la yema aún sin cuajar del todo. 

Hecho esto, retiramos definitivamente la cazuela del fuego y añadimos el bacalao. Agregamos ahora su parte de sal y un pequeño chorrito de aceite, que le va a dar el toque definitivo. Mezclamos un poco para integrar todos los ingredientes y lo ponemos en un plato. Si el revuelto, al añadirlo al plato, cae lentamente, estará en su punto.

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