Deliciosamente dulce, un poco sustancioso y al mismo tiempo agradable y picante, así debería saber un verdadero fariseo. Cualquier otra cosa sería insulsa y no haría justicia al nombre de fariseo. No en vano un juez le dio personalmente a esta bebida de café su importancia y la ayudó a lograr lo que es este café: un dulce placer que calienta bien la habitación.
Ingredientes:
- 2 cucharadas de azúcar
- 3 cucharadas de ron
- 200 ml de café solo
- 2 cucharadas de nata
Preparación
Ponemos el azúcar y el ron en una taza precalentada.
Añadimos el café caliente y lo adornamos con la nata
No hay comentarios:
Publicar un comentario