Esta receta nos vendrá genial, como acompañamiento a un plato principal, ahora que ya no hace calor y no apetecen tanto las ensaladas frías.
Ingredientes:
- 200 g calabacín
- 30 g avellanas tostadas
- 20 g queso parmesano al gusto
- 30 g avellanas tostadas
- 20 g queso parmesano al gusto
- 10 g albahaca fresca
- sal al gusto
- pimienta negra al gusto
- 1 cucharadita de ajo en polvo
- sal al gusto
- pimienta negra al gusto
- 1 cucharadita de ajo en polvo
- Unas gotas de vinagre balsámico o de zumo de limón.
Preparación
Lavamos el calabacín con agua y lo secamos con un paño. Lo cortamos en rodajas finas y lo cocinamos en una sartén con un poco de aceite de oliva virgen extra. Bastará con hacerlo durante unos 2 minutos por cada lado para que quede doradito y jugoso pero sin quemarse. A medida que vayamos haciendo las rodajas de calabacín, las vamos colocando en un plato y reservamos.
Cortamos por la mitad unas avellanas tostadas y las añadimos por encima.
Lavamos las hojas de albahaca con agua y las añadimos por encima del calabacín y las avellanas.
Rallamos el queso por encima, si queréis podéis poner otro tipo de queso que os guste más.
Para aliñar esta ensalada, añadimos un buen chorrito de aceite de oliva virgen extra, sal y pimienta negra y una pizca de ajo en polvo.
También le hemos añadido unas gotitas de vinagre balsámico o si lo preferís unas gotitas de jugo de limón, que también le dan un sabor muy bueno.
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