En esta receta la base es el huevo revuelto que aunque requiere de cierta técnica, es muy sencillo de hacer. Revueltos se pueden hacer de muchos tipos, pero sin duda con morcilla vamos a conseguir un plato diferente y delicioso.
Ingredientes:
- 5 huevos
- 1/2 morcilla de arroz
- Pimentón
- Aceite de oliva
- Sal
Preparación
Pelamos y desmigamos la morcilla hasta deshacerla por completo y reservamos.
En un bol aparte ponemos 4 huevos y solo la yema del quinto. Ésta le dará una cremosidad extra al revuelto. Batimos bien sin añadir sal, de momento. La sal, cambia el color y la textura del huevo, por tanto, podría arruinar nuestro plato. Se la añadiremos al final.
En una cazuela alta, lo menos antiadherente posible, añadimos los huevos y la ponemos a fuego medio alto. Con una cuchara de madera debemos remover la mezcla enérgicamente y sin parar. Si la temperatura sube demasiado podemos retirar la cazuela del fuego un instante, removiendo en todo momento, y devolverlo cuando la temperatura se haya estabilizado.
Haremos esto durante un par de minutos, más o menos, hasta que veamos que empieza a espesar. La idea es que quede cuajado pero a la vez cremoso, sin que alcance la textura de una tortilla rota. Ese será el momento de retirar del fuego y de añadir la morcilla, el aceite de oliva y la sal. Terminamos de mezclar bien todos los ingredientes.
Emplatamos al instante porque si no, el calor residual de la olla, seguirá cocinando el revuelto. Al final, debe quedar cremoso pero manteniendo cierta consistencia. Que no quede ni muy líquido, que sería como una sopa de huevo, ni demasiado duro, que sería casi como un bloque de huevo o una tortilla rota. Buscamos un equilibrio entre consistencia y cremosidad.
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