𝗟𝗮 𝗴𝗮𝘀𝘁𝗿𝗼𝗻𝗼𝗺𝗶́𝗮 𝗲𝘀 𝗲𝗹 𝗮𝗿𝘁𝗲 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗽𝗿𝗲𝗽𝗮𝗿𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗱𝗲 𝘂𝗻𝗮 𝗯𝘂𝗲𝗻𝗮 𝗰𝗼𝗺𝗶𝗱𝗮. 𝗟𝗮 𝗽𝗮𝗹𝗮𝗯𝗿𝗮, 𝗰𝗼𝗺𝗼 𝘁𝗮𝗹, 𝗽𝗿𝗼𝘃𝗶𝗲𝗻𝗲 𝗱𝗲𝗹 𝗴𝗿𝗶𝗲𝗴𝗼 𝝲𝝰𝞂𝞃𝞀𝝾𝝼𝝾𝝻𝝸́𝝰 (𝗴𝗮𝘀𝘁𝗿𝗼𝗻𝗼𝗺𝗶́𝗮). 𝗟𝗮 𝗴𝗮𝘀𝘁𝗿𝗼𝗻𝗼𝗺𝗶́𝗮 𝘀𝗲 𝗰𝗼𝗺𝗽𝗼𝗻𝗲 𝗱𝗲 𝘂𝗻 𝗰𝗼𝗻𝗷𝘂𝗻𝘁𝗼 𝗱𝗲 𝗰𝗼𝗻𝗼𝗰𝗶𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼𝘀 𝘆 𝗽𝗿𝗮́𝗰𝘁𝗶𝗰𝗮𝘀 𝗿𝗲𝗹𝗮𝗰𝗶𝗼𝗻𝗮𝗱𝗮𝘀 𝗰𝗼𝗻 𝗲𝗹 𝗮𝗿𝘁𝗲 𝗰𝘂𝗹𝗶𝗻𝗮𝗿𝗶𝗼, 𝗹𝗮𝘀 𝗿𝗲𝗰𝗲𝘁𝗮𝘀, 𝗹𝗼𝘀 𝗶𝗻𝗴𝗿𝗲𝗱𝗶𝗲𝗻𝘁𝗲𝘀, 𝗹𝗮𝘀 𝘁𝗲́𝗰𝗻𝗶𝗰𝗮𝘀 𝘆 𝗹𝗼𝘀 𝗺𝗲́𝘁𝗼𝗱𝗼𝘀, 𝗮𝘀𝗶́ 𝗰𝗼𝗺𝗼 𝘀𝘂 𝗲𝘃𝗼𝗹𝘂𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗵𝗶𝘀𝘁𝗼́𝗿𝗶𝗰𝗮 𝘆 𝘀𝘂𝘀 𝘀𝗶𝗴𝗻𝗶𝗳𝗶𝗰𝗮𝗰𝗶𝗼𝗻𝗲𝘀 𝗰𝘂𝗹𝘁𝘂𝗿𝗮𝗹𝗲𝘀.


Cocinar es una actividad que permite unir a la familia en torno a la cocina y a la mesa, preparar platos diversos y aprovechar el tiempo libre en una actividad provechosa. Cocinar pone a prueba tu habilidad, tu creatividad y la capacidad de innovar. La gastronomía va más allá de comer; se trata de una actividad que tiene una historia y hace parte de la cultura.

Potaje de Garbanzos de la abuela

 Mas que de la abuela lo debería llamar del abuelo, ya que a mi me enseño a cocinar mi padre, que fue cocinero en el ejercito varios años.  Este potaje lo aprendí de él y todavía no hay vez que no lo haga que no le recuerde haciéndolo.




Ingredientes:


- 300 gr de garbanzos
- 300 gr de judías blancas
- 300 gr de bacalao desalado
- 1 cebolla
- 2 ajos
- 2 pimientos verdes
- 1 manojo de espinacas
- pimentón dulce y picante
- laurel
- 2 tomates rallados sin piel
- 2 huevos
- aceite de oliva
- sal


Preparación:



Ponemos los garbanzos y las judías a remojo la noche anterior, para que estén al menos 10 horas a remojo.

Al día siguiente ponemos una olla grande con agua a cocer y echamos los garbanzos y las judías con un poco de sal. Los tendremos cociendo al menos una hora solos.

Durante este tiempo, cocemos los huevos en agua con sal y reservamos. Cortamos el bacalao en trozos no muy grandes y también reservamos.

Ponemos agua a hervir en otra olla y cocemos las espinacas, una vez lavadas y cortadas durante 10 minutos.

En una sartén ponemos un poco de aceite y pochamos la cebolla cortada en trozos muy pequeños y los pimientos. Los dejaremos pochar 5 minutos para añadir los ajos muy picaditos, y cuando estén doraditos añadiremos los tomates rallados.

Mezclaremos bien y añadiremos el pimentón, una cucharada generosa del dulce y una pizca del picante y una cucharadita de harina, removiendo para que no se pegue.

Pasada la hora de cocción de las legumbres, le añadiremos el sofrito, los huevos cocidos pelados y cortados, el bacalao y las espinacas muy bien escurridas.

Cocemos todo junto al menos media hora, comprobaremos de sal y de paso miramos si las legumbres están bien cocidas, sino las tendremos otro rato.


Mi padre siempre lo acompañaba de unos bollitos hechos con pan rallado, huevo, ajo y perejil que freía en la sartén hasta que estaban dorados. Recuerdo que discutíamos si alguno tenia mas de esos bollitos





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