Una forma diferente de cocinar esta carne tan utilizada en nuestra cocina. El pollo es una carne rica en nutrientes, baja en grasas y muy sabrosa.
Ingredientes:
- 8 muslos de pollo
- 3 rebanadas de pan del día anterior
- 150 gr de almendras
- 2 dientes de ajo
- 1 vaso de vino blanco
- 250 ml de caldo de pollo
-1 cucharadita de pimentón dulce
- unas hebras de azafrán
- 1 puñadito de perejil fresco
- sal
- pimienta
- aceite de oliva
Preparación
En una cazuela amplia a fuego fuerte, ponemos un chorrito de aceite. Cuando esté caliente, añadimos los muslos de pollo previamente salpimentados. Dejamos que se cocinen alrededor de unos 3 minutos por todas sus caras, hasta que se doren. Después, los retiramos a un plato y los reservamos para más adelante.
En la misma cazuela, añadimos un buen chorrete de aceite, manteniendo el fuego fuerte. Cuando se caliente de nuevo, añadimos las rebanadas de pan del día anterior y las cocinamos durante 1-2 minutos por cada cara. Procura no dejarlas mucho tiempo o se quemarán. Cuando estén tostadas por ambas caras, las sacamos de la cazuela con una espumadera, escurrimos de aceite y las reservamos en un vaso batidor.
Después, moderamos un poco el fuego y añadimos las almendras. Si es necesario, también, un poco más de aceite. Las dejamos un minuto por cada cara. Cuando se tuesten, las retiramos al vaso batidor. Pelamos los ajos y lo cocinamos brevemente. Dejamos que se dore durante unos 2 minutos por cada lado y lo introducimos también en el vaso batidor.
Hecho esto, añadimos al vaso batidor el vino blanco, el caldo de pollo, un puñadito de perejil, la cucharadita de pimentón, las hebras de azafrán, y lo salpimentamos. Trituramos todo con una batidora, hasta que obtener la consistencia deseada. Si lo deseas más suave, tritúralo más. Si quieres que las almendras tengan un poco de mordida, un poco menos. Prepáralo a tu gusto.
Devolvemos a la cazuela la salsa de almendras y guisamos en ella los muslos de pollo. Ahora, volvemos a echar la salsa en la cazuela y la calentamos a fuego suave. Añadimos los muslos de pollo que habíamos reservado, lo bañamos bien en la salsa y los tapamos.
Dejamos que se cocinen durante alrededor de 40 minutos, removiendo de vez en cuando y bañando con frecuencia los muslos en la salsa.
Finalmente, acabamos de cocinar los muslos de pollo en salsa de almendras. Pasado este tiempo, destapamos, corregimos de agua, de sal y de pimienta. Si ves que la salsa se queda seca, añade más caldo de pollo o agua. Si está algo caldosa, puedes dejarla un poco más en el fuego para que evapore el agua. Al final, la consistencia debe ser suave: ni demasiado espesa ni demasiado caldosa.
Cuando esté en su punto, los retiramos del fuego y los servimos.
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