𝗟𝗮 𝗴𝗮𝘀𝘁𝗿𝗼𝗻𝗼𝗺𝗶́𝗮 𝗲𝘀 𝗲𝗹 𝗮𝗿𝘁𝗲 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗽𝗿𝗲𝗽𝗮𝗿𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗱𝗲 𝘂𝗻𝗮 𝗯𝘂𝗲𝗻𝗮 𝗰𝗼𝗺𝗶𝗱𝗮. 𝗟𝗮 𝗽𝗮𝗹𝗮𝗯𝗿𝗮, 𝗰𝗼𝗺𝗼 𝘁𝗮𝗹, 𝗽𝗿𝗼𝘃𝗶𝗲𝗻𝗲 𝗱𝗲𝗹 𝗴𝗿𝗶𝗲𝗴𝗼 𝝲𝝰𝞂𝞃𝞀𝝾𝝼𝝾𝝻𝝸́𝝰 (𝗴𝗮𝘀𝘁𝗿𝗼𝗻𝗼𝗺𝗶́𝗮). 𝗟𝗮 𝗴𝗮𝘀𝘁𝗿𝗼𝗻𝗼𝗺𝗶́𝗮 𝘀𝗲 𝗰𝗼𝗺𝗽𝗼𝗻𝗲 𝗱𝗲 𝘂𝗻 𝗰𝗼𝗻𝗷𝘂𝗻𝘁𝗼 𝗱𝗲 𝗰𝗼𝗻𝗼𝗰𝗶𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼𝘀 𝘆 𝗽𝗿𝗮́𝗰𝘁𝗶𝗰𝗮𝘀 𝗿𝗲𝗹𝗮𝗰𝗶𝗼𝗻𝗮𝗱𝗮𝘀 𝗰𝗼𝗻 𝗲𝗹 𝗮𝗿𝘁𝗲 𝗰𝘂𝗹𝗶𝗻𝗮𝗿𝗶𝗼, 𝗹𝗮𝘀 𝗿𝗲𝗰𝗲𝘁𝗮𝘀, 𝗹𝗼𝘀 𝗶𝗻𝗴𝗿𝗲𝗱𝗶𝗲𝗻𝘁𝗲𝘀, 𝗹𝗮𝘀 𝘁𝗲́𝗰𝗻𝗶𝗰𝗮𝘀 𝘆 𝗹𝗼𝘀 𝗺𝗲́𝘁𝗼𝗱𝗼𝘀, 𝗮𝘀𝗶́ 𝗰𝗼𝗺𝗼 𝘀𝘂 𝗲𝘃𝗼𝗹𝘂𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗵𝗶𝘀𝘁𝗼́𝗿𝗶𝗰𝗮 𝘆 𝘀𝘂𝘀 𝘀𝗶𝗴𝗻𝗶𝗳𝗶𝗰𝗮𝗰𝗶𝗼𝗻𝗲𝘀 𝗰𝘂𝗹𝘁𝘂𝗿𝗮𝗹𝗲𝘀.


Cocinar es una actividad que permite unir a la familia en torno a la cocina y a la mesa, preparar platos diversos y aprovechar el tiempo libre en una actividad provechosa. Cocinar pone a prueba tu habilidad, tu creatividad y la capacidad de innovar. La gastronomía va más allá de comer; se trata de una actividad que tiene una historia y hace parte de la cultura.

Potaje de garbanzos con albóndigas y huevo duro


Este potaje se trata de un plato tan completo, que es perfecto para servir como plato único. Solo tendrás que acompañarlo con una ensalada y una pieza de fruta.




Ingredientes:



- 200 gr de garbanzos
- 100 gr de espinacas frescas
- 1 cebolla
- 2 tomates
- 1 cucharadita de pimentón
- 4 huevos
- 2 ramitas de perejil
- Aceite de oliva
- Pimienta
- Sal


PARA LAS ALBÓNDIGAS

- 300 gr de carne picada de cerdo ibérico
- 30 gr de miga de pan
- 1 chorrito de leche
- 1 diente de ajo
- 1 huevo
- 2 cucharadas de piñones
- 1 ramita de perejil
- Harina
- Pimienta
- Sal


PARA LA PICADA

-:1 rebanada de pan
- 1 dientes de ajo
- 3 cucharadas de almendras tostadas
- Aceite de oliva



Preparación


Dejamos los garbanzos en remojo de agua fría la víspera. Al día siguiente, los escurrimos, los enjuagamos y volvemos a escurrirlos.

Los colocamos en una cazuela, añadimos el agua necesaria para cubrirlos completamente y los cocemos 2 horas, hasta que estén tiernos. Luego, los retiramos del fuego.

Remojamos la miga de pan en la leche y la desmenuzamos. Pelamos el ajo y lo picamos finamente. Lavamos el perejil y lo picamos del mismo modo. 

Colocamos la carne en un cuenco y añadimos la miga de pan escurrida, el ajo, el huevo, los piñones y el perejil.

Salpimentamos al gusto y mezclamos bien con las manos. Cogemos pequeñas porciones de esta masa, formamos las albóndigas  y las enharinamos.

Ponemos al fuego una sartén con 2 cucharadas de aceite y lo calentamos. Añadimos la cebolla, pelada y picada fina, y la rehogamos durante 5 minutos. 

Agregamos los tomates lavados y rallados, y lo sofreímos 4 minutos, después salpimentamos.

Incorporamos este sofrito a la cazuela de los garbanzos, junto con el pimentón, y mezclamos bien.

Limpiamos las espinacas; las lavamos, troceamos y las agregamos también al guiso.

Freímos la rebanada de pan en 2 cucharadas de aceite hasta que se dore. La disponemos en el mortero, junto con el ajo pelado y las almendras, y lo majamos todo.

Agregamos esta picada a la cazuela con los garbanzos y las espinacas e incorporamos las albóndigas.

 Tapamos y cocemos a fuego suave 15 minutos más.

Colocamos los huevos en un cazo con agua hirviendo y un poco de sal y los cocemos durante 10 minutos. Luego,  los escurrimos y  los refrescamos. Los pelamos y los partimos en cuartos.

Repartimos el guiso de garbanzos y albóndigas en 4 platos hondos y decoramos con el huevo duro.

 Espolvoreamos con el perejil, lavado y picado fino, y servimos.


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