Es simple, pero en su simplicidad radica su perfección. Solo necesitas una buena masa, salsa de tomate, queso mozzarella fresco y hojas de albahaca.
Ingredientes:
Para la masa de pizza
- 375 gr de harina de fuerza
- 225 ml de agua tibia
- 3 gr de levadura prensada fresca o 1 gr de levadura seca
- 10 gr de sal
Relleno de la pizza Margarita
- 250 gr de mozzarella fresca
- 80 gr de salsa de tomate natural o tomate concentrado
- albahaca fresca
Preparación
En un bol grande introducimos parte de la harina de fuerza de trigo. Dejamos unas 4 cucharadas de harina separadas para ir engordando la masa. Con una cuchara hacemos un hoyo en el centro del bol y echamos la levadura disuelta en el agua.
Batimos con una cuchara de madera desde el centro hacia afuera y vamos poco a poco mezclando con la harina. Añadimos el aceite de oliva virgen extra y la sal. Es importante que la sal y la levadura no entren en contacto directo para no tener problemas en el proceso de fermentación.
Seguimos removiendo lo que empieza a ser la masa, por ahora será una mezcla pegajosa pero firme. Preparamos la zona donde vamos a amasar, por ejemplo la encimera de la cocina es perfecta.
Llenamos la zona de la encimera de harina, sacamos la masa del bol y empezamos a trabajar la masa con las manos. Es muy importante el refinado de la masa para que quede más elástica y suba mejor.
Para refinarla, debemos estirar la masa como un churro y retorcerla en espiral varias veces. Al final volvemos a juntar y amasar de nuevo durante unos diez minutos. Este es el truco que hace que la masa sea increíble.
Después de esos 10 minutos, podremos manipular la masa con más rapidez, se irá quedando elástica y homogénea. Mientras amasamos puedes añadir (si eres experto no hace falta) un poco más de harina de la que hemos reservado para engordar la masa, unos 50 gramos.
Vamos tornando la masa en una bola. Cogemos el anterior bol y lo enharinamos. Introducimos la bola de masa en él.
Tapamos el bol con un trapo de algodón durante unos 45 minutos- 1 hora.
Para saber el tiempo que se debe dejar levar la masa, utiliza el siguiente truco: si la apretamos con un dedo y la masa vuelve a su posición original estará lista para preparar.
Una vez que tenemos la masa de pizza preparada, lo primero que hacemos es encender el horno. A tope, lo máximo que de vuestro horno. En mi caso a 250º C durante unos 10 minutos y que esté caliente en el momento de introducir la pizza.
Como la temperatura ha de ser alta, puede llevar bien unos 10 o 15 minutos. Será el tiempo recomendado que necesitemos para montar la pizza.
Ponemos un cuenco (apto para horno) con agua, para que tenga algo de humedad cuando vayamos a hornearla. Una vez que tenemos la masa de la pizza preparada, ya extendida en papel de horno, preparamos el relleno.
Si no tenemos tomate natural triturado lo podemos hacer casa de manera muy sencilla. Pelamos dos tomates y lo partimos a la mitad. Con ayuda de un rallador conseguiremos esa salsa natural que será la base de nuestra pizza.
Si elegimos rallar el tomate, tenemos que evitar un excesivo líquido, con lo que es mejor un filtrado para eliminar agua, cuanta más mejor.
Le añadimos un poquito de sal y pimienta negra recién molida. Partimos unas 3-4 hojas de albahaca fresca en la salsa de tomate con unas gotas de aceite de oliva virgen extra. Removemos para juntar todos los ingredientes.
Untamos con el tomate triturado por toda la superficie de la masa.
Teniendo cuidado de dejar libre unos 2 cm. por todo el perímetro de la pizza. Podemos ayudarnos con una cuchara o cucharón, sino con las propias manos (siempre limpias).
Cortamos el queso mozzarella en láminas gruesas y las repartimos por la superficie de la pizza. Sin cargarla demasiado, no debe de llevar mucha cantidad.
Llevamos la pizza entre dos personas la pizza entre dos personas por las esquinas del papel de horno con cuidado. Abrimos el horno y la ponemos en la bandeja del medio que estará muy caliente.
Horneamos con el horno bien caliente a 250º C calor arriba-abajo y aire durante 7-8 minutos.
Es tiempo suficiente para que la masa esté lista y el queso fundido.
Distribuimos unas hojitas de albahaca fresca por encima y regamos con un pequeño hilo de aceite de oliva virgen extra.
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