La combinación de mejillones frescos con una salsa verde ligera de ajo, perejil y vino blanco es simplemente irresistible.
Ingredientes:
- 1 kg de mejillones frescos
- 3 dientes de ajo
- 1 guindilla
- 50 ml de aceite de oliva
- 1 cucharada de harina
- 150 ml de vino blanco
- 200 ml de caldo de pescado
- Un manojo de perejil fresco
- Sal al gusto
Preparación
Raspamos las conchas con un cuchillo o un cepillo bajo el agua del grifo y nos aseguramos de descartar los que estén abiertos o rotos.
También es importante quitar las barbas con un cuchillo.
Cocemos los mejillones al vapor en una olla grande con un dedo de agua. Cocinamos a fuego alto hasta que se abran.
Los retiramos del fuego y reservamos tanto los mejillones como el líquido que han soltado, colándolo para quitar impurezas.
En una sartén amplia, calentamos el aceite de oliva y sofreímos el ajo picado y la guindilla.
Dejamos que se pochen a fuego medio hasta que el ajo esté dorado.
Incorporamos la harina al sofrito y removemos bien durante un minuto para que pierda el sabor crudo. Este paso es clave para que la salsa espese.
Subimos un poco el fuego y añadimos el vino blanco. Dejamos que reduzca unos minutos antes de incorporar el caldo de pescado y el líquido de los mejillones. Removemos hasta obtener una salsa homogénea.
Picamos un buen puñado de perejil fresco y lo agregamos a la salsa. Es el toque final que transforma esta receta en mejillones en salsa verde de verdad.
Incorporamos los mejillones a la sartén y removemos con cuidado para que se impregnen bien de la salsa.
Cocinamos a fuego bajo durante unos 3 minutos más y listo.
Espolvoreamos perejil picado fresco por encima y servimos calientes
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