Rollitos crujientes de chocolate y plátano

 

Un postre delicioso con una combinación de chocolate y plátano que funciona a las mil maravillas, con la envoltura crujiente de pasta filo.

Ingredientes:

- 6 hojas de pasta filo

- 1 plátano maduro

- 120 gr de chocolate fondant para postres

- crocanti de almendra

- 25 gr de mantequilla

Preparación

Empezamos troceando el chocolate y disponiéndolo en un bol. Calentamos un cazo con agua y colocamos el bol sobre el mismo para que se funda al baño maría. Por su parte, pelamos el plátano y lo cortamos en trocitos pequeños. Derretimos la mantequilla.

Aprovechamos este momento para precalentar el horno a 180º C con calor arriba y abajo. Recuerda que la pasta filo es algo delicada y se seca muy rápidamente, así que no la saques de la nevera hasta el momento en que la vayas a utilizar.

 Retiramos las hojas del envase, coloca dos sobre la superficie de trabajo y ponemos el resto en un paño húmedo.

Retiramos la primera hoja y la pincelamos toda con mantequilla derretida. Tenemos que hacerlo con rapidez para que no comience a quebrarse. Colocamos la segunda hoja encima y la engrasamos del mismo modo que la anterior. Cuando terminemos, con unas tijeras de cocina dividimos la masa en tres rectángulos iguales.

Cuando el chocolate esté templado, ponemos un poco en un extremo de cada rectángulo respetando los bordes. Encima añadimos un poco de crocanti de almendra en granillo y el plátano cortadito. No pongas demasiado para que no quede abombado sino más bien planito.

Doblamos el extremo de cada rectángulo, de tal manera que el relleno quede tapado. A continuación doblamos los laterales y los pintamos con un poco de mantequilla para que se peguen mejor. 

Una vez lo tengamos listo, los enrollamos hasta el final procurando que queden apretaditos y ya tendrás los rollitos. 

Colocamos los rollitos sobre una bandeja de horno forrada con papel de hornear. La pincela ligeramente la parte de arriba con mantequilla y horneamos hasta que estén dorados, lo que te llevará unos 15 minutos a 180º C. 

Pasado ese tiempo, los retiramos del horno, los ponemos en un plato y los servimos, mientras aún estén calientes.