A la hora de realizar este curioso risotto, presta atención al paso de mantecar la pasta con la mantequilla. Tienes que agregarla a daditos y remover bien hasta que estos se fundan y consigas esa textura tan cremosa que tiene el risotto.
Ingredientes:
- 400 gr de pasta tipo piñón
- 200 gr de jamón serrano
- 1 cebolla
- 2 dientes de ajo
- 50 ml de vino blanco
- 100 ml de caldo de carne
- 50 gr de queso curado
- 50 gr de mantequilla
- cebollino
- aceite
- sal
- pimienta
Preparación
Colocamos la pasta en una olla con abundante agua con sal y la cocemos según las indicaciones del fabricante para que quede al dente.
Una vez cocida la escurrimos bien y dejamos que se enfríe.
Pelamos el ajo y la cebolla y los picamos muy menudos. Cortamos el jamón en daditos.
Cortamos el queso curado en lascas. Lavamos unos tallos de cebollino y los picamos.
Calentamos una cazuela con 2 cucharadas de aceite y rehogamos el ajo unos 8 minutos, y la cebolla hasta que esta última esté blandita. Añadimos el jamón y lo salteamos 2 minutos, removiendo.
Incorporamos la pasta cocida y el vino blanco y dejamos reducir hasta secar.
Vertemos el caldo caliente, dejamos que dé un hervor y apartamos del fuego.
Condimentamos con sal y pimienta recién molida, añadimos la mantequilla en dados y removemos hasta que se funda, emulsione y consiga una textura cremosa.
Repartimos el risotto en los platos, decoramos con las lascas de queso y el cebollino picado y servimos enseguida.
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