Este refrescante semifrío tiene dos partes, una crema helada hecha con melocotón que hemos cocido en un almíbar casero y por otra, sorbete de limón.
Ingredientes:
PARA EL SEMIFRÍO
- 3 melocotones
- 370 gr de leche condensada
- 100 gr de azúcar
- 3 claras de huevo
- 1 pizca de sal
PARA EL SORBETE DE LIMÓN
- 250 gr de azúcar
- 150 ml de zumo de limón
- 2 claras de huevo
- 1 pizca de sal
Preparación
Pelamos los melocotones, los partimos por la mitad, los retiramos los huesos y cortamos la pulpa en dados pequeños.
Ponemos medio litro de agua con el azúcar en una cazuela. La llevamos a ebullición, y cuando hierva añadimos los melocotones y los escaldamos unos segundos. Los retiramos del fuego, tapamos y dejamos reposar al menos 3 horas.
Escurrimos el melocotón del almíbar, llevamos este de nuevo a ebullición y escaldamos otra vez la fruta. La escurrimos nuevamente, la pasamos al vaso de la batidora y la trituramos con unas cucharadas del líquido de cocción hasta obtener un puré fino.
Añadimos la leche condensada y seguimos batiendo hasta que todo quede perfectamente integrado.
Montamos las claras a punto de nieve con la sal y las incorporamos a la preparación anterior, poco a poco y con movimientos envolventes para que no pierdan volumen.
Vertemos la crema resultante en un recipiente de paredes bajas y lo introducimos en el congelador. Pasada 1 hora, la batimos con un tenedor para romper los cristales de hielo que se hayan formado. Congelamos de nuevo durante 30 minutos y batimos de la misma forma.
Repetimos la operación una vez más, transcurridos otros 30 minutos, y dejamos en el congelador durante un mínimo de 4 horas.
Mezclamos, en un cazo, 250 ml de agua con el azúcar. Removemos hasta que esta se disuelva y llevamos a ebullición.
Cocemos durante 1 minuto, mezclando continuamente. Retiramos y dejamos enfriar.
Una vez fría incorporamos el zumo de limón y las claras montadas a punto de nieve bien firme con la sal.
Vertemos la mezcla en un molde no muy profundo, mejor metálico, y congelamos 2 horas. La batimos con un tenedor para romper los cristales de hielo. Volvemos a congelar y repetimos la operación 3 veces.
Unos 10 minutos antes de llevar el postre a la mesa, pasamos el helado y el sorbete a la nevera para que resulten más manejables.
Repartirlos en copas o vasos de cristal, formando capas alternas con una cuchara.
Si se reblandecen en exceso, dejarlos de nuevo en el congelador hasta el momento de servirlos.
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