𝗟𝗮 𝗴𝗮𝘀𝘁𝗿𝗼𝗻𝗼𝗺𝗶́𝗮 𝗲𝘀 𝗲𝗹 𝗮𝗿𝘁𝗲 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗽𝗿𝗲𝗽𝗮𝗿𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗱𝗲 𝘂𝗻𝗮 𝗯𝘂𝗲𝗻𝗮 𝗰𝗼𝗺𝗶𝗱𝗮. 𝗟𝗮 𝗽𝗮𝗹𝗮𝗯𝗿𝗮, 𝗰𝗼𝗺𝗼 𝘁𝗮𝗹, 𝗽𝗿𝗼𝘃𝗶𝗲𝗻𝗲 𝗱𝗲𝗹 𝗴𝗿𝗶𝗲𝗴𝗼 𝝲𝝰𝞂𝞃𝞀𝝾𝝼𝝾𝝻𝝸́𝝰 (𝗴𝗮𝘀𝘁𝗿𝗼𝗻𝗼𝗺𝗶́𝗮). 𝗟𝗮 𝗴𝗮𝘀𝘁𝗿𝗼𝗻𝗼𝗺𝗶́𝗮 𝘀𝗲 𝗰𝗼𝗺𝗽𝗼𝗻𝗲 𝗱𝗲 𝘂𝗻 𝗰𝗼𝗻𝗷𝘂𝗻𝘁𝗼 𝗱𝗲 𝗰𝗼𝗻𝗼𝗰𝗶𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼𝘀 𝘆 𝗽𝗿𝗮́𝗰𝘁𝗶𝗰𝗮𝘀 𝗿𝗲𝗹𝗮𝗰𝗶𝗼𝗻𝗮𝗱𝗮𝘀 𝗰𝗼𝗻 𝗲𝗹 𝗮𝗿𝘁𝗲 𝗰𝘂𝗹𝗶𝗻𝗮𝗿𝗶𝗼, 𝗹𝗮𝘀 𝗿𝗲𝗰𝗲𝘁𝗮𝘀, 𝗹𝗼𝘀 𝗶𝗻𝗴𝗿𝗲𝗱𝗶𝗲𝗻𝘁𝗲𝘀, 𝗹𝗮𝘀 𝘁𝗲́𝗰𝗻𝗶𝗰𝗮𝘀 𝘆 𝗹𝗼𝘀 𝗺𝗲́𝘁𝗼𝗱𝗼𝘀, 𝗮𝘀𝗶́ 𝗰𝗼𝗺𝗼 𝘀𝘂 𝗲𝘃𝗼𝗹𝘂𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗵𝗶𝘀𝘁𝗼́𝗿𝗶𝗰𝗮 𝘆 𝘀𝘂𝘀 𝘀𝗶𝗴𝗻𝗶𝗳𝗶𝗰𝗮𝗰𝗶𝗼𝗻𝗲𝘀 𝗰𝘂𝗹𝘁𝘂𝗿𝗮𝗹𝗲𝘀.


Cocinar es una actividad que permite unir a la familia en torno a la cocina y a la mesa, preparar platos diversos y aprovechar el tiempo libre en una actividad provechosa. Cocinar pone a prueba tu habilidad, tu creatividad y la capacidad de innovar. La gastronomía va más allá de comer; se trata de una actividad que tiene una historia y hace parte de la cultura.

Muslitos de pollo en salsa de la abuela



Los muslos de pollo quedan tiernos y muy sabrosos gracias a la salsa que les acompaña, hecha a base de un sofrito de verduras, vino y hierbas aromáticas. Se pueden acompañar de unas buenas patatas fritas.





Ingredientes:



- 8 muslitos de pollo. 
- 2 dientes de ajo.
- 1 cebolla.
- 200 ml de vino blanco.
- 100 ml de coñac.
- 2 hojas de laurel.
- Una ramita de tomillo.
- Una ramita de romero.
- 500 ml de caldo de pollo o de verduras, o agua. 
- Aceite de oliva.
- Pimienta negra molida.
- Sal.




Preparación




Salpimentamos los muslitos de pollo por todas sus caras.

En una sartén en la que pueda caber todo el pollo echamos un chorrito de aceite, la ponemos a fuego medio y cuando esté caliente añadimos los muslos de pollo. Dejamos que se doren por un lado y vamos girándolos para que queden dorados por todas partes. En menos de 10 minutos suelen estar listos, los reservamos aparte.

Pelamos y picamos muy finitos los dientes de ajo. Pelamos la cebolla y la cortamos en trocitos pequeños.

Cuando hayamos sacado los muslitos de pollo de la sartén echamos el ajo y la cebolla junto con un poco de sal y cocinamos a fuego medio unos 5 minutos, hasta que la cebolla esté empezando a dorarse.

Incorporamos de nuevo los muslos de pollo junto con el vino blanco, el coñac, las hojas de laurel y las ramitas de tomillo y de romero.

Subimos el fuego para que esté fuerte y se evapore el alcohol, tardará unos 3 minutos.

Incorporamos el caldo de pollo o el agua (debe cubrir hasta casi la mitad los muslos de pollo, si falta échale un poco más). Cuando empiece a hervir bajamos el fuego para que esté suave pero que siga borboteando, tapamos la sartén y cocinamos unos 50 minutos sin olvidarnos de darle la vuelta a media cocción.

 Para comprobar que está tierno tan solo tenemos que abrir un poco un muslo de pollo, veremos que la carne se despega con facilidad del hueso y está jugosa y blanca, sin zonas rosadas y crudas.

Cuando el pollo esté listo, si queremos que la salsa se reduzca y espese un poco podemos destapar la sartén y seguir cocinándolo a fuego medio unos 5 minutos más o hasta que esté a tu gusto.

 También podemos espesar la salsa de forma fácil y rápida añadiendo 1/4 de cucharadita de postre de maicena disuelta en un poco de agua a la salsa cuando esté borboteando.  También puedes triturar la salsa si no te gusta que se noten los trocitos de cebolla.

Probamos la salsa por si tenemos que rectificarla de sal, y servimos

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