𝗟𝗮 𝗴𝗮𝘀𝘁𝗿𝗼𝗻𝗼𝗺𝗶́𝗮 𝗲𝘀 𝗲𝗹 𝗮𝗿𝘁𝗲 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗽𝗿𝗲𝗽𝗮𝗿𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗱𝗲 𝘂𝗻𝗮 𝗯𝘂𝗲𝗻𝗮 𝗰𝗼𝗺𝗶𝗱𝗮. 𝗟𝗮 𝗽𝗮𝗹𝗮𝗯𝗿𝗮, 𝗰𝗼𝗺𝗼 𝘁𝗮𝗹, 𝗽𝗿𝗼𝘃𝗶𝗲𝗻𝗲 𝗱𝗲𝗹 𝗴𝗿𝗶𝗲𝗴𝗼 𝝲𝝰𝞂𝞃𝞀𝝾𝝼𝝾𝝻𝝸́𝝰 (𝗴𝗮𝘀𝘁𝗿𝗼𝗻𝗼𝗺𝗶́𝗮). 𝗟𝗮 𝗴𝗮𝘀𝘁𝗿𝗼𝗻𝗼𝗺𝗶́𝗮 𝘀𝗲 𝗰𝗼𝗺𝗽𝗼𝗻𝗲 𝗱𝗲 𝘂𝗻 𝗰𝗼𝗻𝗷𝘂𝗻𝘁𝗼 𝗱𝗲 𝗰𝗼𝗻𝗼𝗰𝗶𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼𝘀 𝘆 𝗽𝗿𝗮́𝗰𝘁𝗶𝗰𝗮𝘀 𝗿𝗲𝗹𝗮𝗰𝗶𝗼𝗻𝗮𝗱𝗮𝘀 𝗰𝗼𝗻 𝗲𝗹 𝗮𝗿𝘁𝗲 𝗰𝘂𝗹𝗶𝗻𝗮𝗿𝗶𝗼, 𝗹𝗮𝘀 𝗿𝗲𝗰𝗲𝘁𝗮𝘀, 𝗹𝗼𝘀 𝗶𝗻𝗴𝗿𝗲𝗱𝗶𝗲𝗻𝘁𝗲𝘀, 𝗹𝗮𝘀 𝘁𝗲́𝗰𝗻𝗶𝗰𝗮𝘀 𝘆 𝗹𝗼𝘀 𝗺𝗲́𝘁𝗼𝗱𝗼𝘀, 𝗮𝘀𝗶́ 𝗰𝗼𝗺𝗼 𝘀𝘂 𝗲𝘃𝗼𝗹𝘂𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗵𝗶𝘀𝘁𝗼́𝗿𝗶𝗰𝗮 𝘆 𝘀𝘂𝘀 𝘀𝗶𝗴𝗻𝗶𝗳𝗶𝗰𝗮𝗰𝗶𝗼𝗻𝗲𝘀 𝗰𝘂𝗹𝘁𝘂𝗿𝗮𝗹𝗲𝘀.


Cocinar es una actividad que permite unir a la familia en torno a la cocina y a la mesa, preparar platos diversos y aprovechar el tiempo libre en una actividad provechosa. Cocinar pone a prueba tu habilidad, tu creatividad y la capacidad de innovar. La gastronomía va más allá de comer; se trata de una actividad que tiene una historia y hace parte de la cultura.

Pasta a la Amatriciana


 Hoy os traemos esta receta que según los expertos, se debe hacer solamente para salsear espaguetis y nunca para otras variedades de pasta larga, ni corta, aunque es frecuente ver esta receta preparada con bucatini y en Roma también se usa para salsear los ñoquis o gnocci.




Ingredientes:


- 75 gr de guanciale, panceta o bacón
- 250 gr de Tomates maduros o en conserva
- 50 gr de Queso Pecorino o parmesano
- 250 gr de Espaguetis
- un trozo de Guindilla 
- un chorreón de Vino blanco 
- Sal al gusto



Preparación



Comenzamos preparando la salsa. Para hacerla, cortamos el guanciale o papada en tiras y lo cocinamos en una sartén, añadiendo un trozo de guindilla que aromatizará la carne y la grasa que desprenderá. Si no encontráis papada o guanciale italiano podéis utilizar panceta o bacón sin ahumar, aunque en rigor ya no será una Amatriciana de libro.

Cuando esté listo, añadimos el vino, dejamos que entre en ebullición dos minutos, retiramos la carne y la reservamos, dejando los líquidos en la sartén. 

Nos ponemos a preparar la pasta, ya que la salsa está prácticamente lista y como ya os explicamos aquí, debemos terminar ambas preparaciones de modo simultáneo por lo que la cocemos al dente en agua abundante con sal.

Mientras se cuecen los espaguetis, freímos los tomates bien picados en la misma sartén donde cocinamos los trocitos de guanciale y dejamos que se deshagan y espesen hasta formar una especie de salsa de tomate frito casero.

Retiramos la guindilla y reincorporamos la carne, salteando el conjunto para que se integren los sabores.

 Sacamos la pasta de la cacerola, escurriéndola bien y la servimos en los platos. 

Añadimos en cada uno una cucharada de queso pecorino rallado y cubrimos con la salsa Amatriciana. 

Llevamos a la mesa más queso para que quien quiera pueda añadirse en su plato.

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