Es un plato muy sencillo donde la única complicación reside en conseguir una textura cremosa del arroz, pero sigue nuestros pasos y tendrás un risotto de 10 sin apenas esfuerzo. El arroz indicado para el risotto es el denominado “arborio”. Se trata de un arroz de grano redondo, poroso y muy rico en almidón que es muy importante para el resultado final del risotto.
Ingredientes:
- 2 tazas de Arroz carnaroli o arbóreo
- 4 tazas de Caldo de pollo (si es casero mejor)
- 1 Cebolleta fresca
- 1 diente de Ajo
- Aceite de oliva virgen extra
- 1 Chile rojo bien picado
- 50 ml de Vino de Jerez (Fino o manzanilla)
- Cúrcuma en polvo
- 400 gr de Queso parmesano
- Sal
- Pimienta negra recién molida
Preparación
Lo primero que debemos hacer es calentar el caldo de pollo o bien en un cazo o en el microondas para que esté bien caliente, pero sin llegar a hervir, cuando tengamos que incorporarlo al arroz. Mientras tanto preparamos todos los ingredientes para tenerlos listos.
Picamos la cebolleta muy finamente, que quede casi transparente y en trocitos muy pequeños para que se note lo menos posible en el risotto. Hacemos lo mismo con el diente de ajo.
En una sartén amplia y alta o una cacerola pochamos la cebolla y el ajo hasta que estén cocinados pero sin llegar a tostarse.
Añadimos un poco del chile recién picado. No te pases con el picante porque queremos que el risotto tenga una chispa no que nos tape los demás sabores. Por supuesto no utilices las pepitas.
Si quisiéramos añadir otras verduras o por ejemplo setas bien picadas, este sería el momento. Nosotros vamos a hacerlo muy sencillo pero muy rico.
Ahora incorporamos el arroz y lo cocinamos durante un máximo de cinco minutos sin parar de remover. Lo que estás haciendo es nacarar el arroz, es decir, sofreír el arroz en un medio graso hasta que tenga un aspecto nacarado, más brillante pero sin llegar a tostarse. En este risotto hemos utilizado aceite de oliva virgen extra pero también podemos hacerlo en mantequilla.
Seguidamente añadimos el vino blanco y dejamos que evapore el alcohol. Y todo esto sin dejar de remover.
Ahora vamos añadiendo el caldo caliente poco a poco sin parar de remover y según el arroz vaya absorbiendo el caldo vamos añadiendo más, hasta que te quedes sin caldo. Es muy importante que no pares de remover para que el arroz vaya soltando el almidón.
Ahora añadimos la cúrcuma en polvo y seguimos removiendo. El arroz se tornará del color de la cúrcuma y desprenderá un delicado aroma.
Ahora retiramos del fuego y añadimos el queso Parmesano rallado y seguimos removiendo hasta que quede todo integrado y cremoso.
Probamos y si hace falta rectificamos de sal.
Dejamos reposar unos minutos y servimos caliente con un golpe de pimienta recién molida.
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