Una receta tradicional, de abuela, de las de toda la vida. Se trata de un plato de origen español, aunque no se sabe a ciencia cierta cuál fue su origen.
Ingredientes:
- 400 gr de guisantes congelados
- 2 cebollas moradas
- 4 huevos
- 1 copa de vino blanco
- Vinagre
- Unos tallos de cebollino
- Aceite de oliva
- Sal
- pimienta
Preparación
Pelamos las cebollas y córtalas en juliana fina. Calentamos un wok o una sartén amplia con un chorrito de aceite; agregamos las cebollas, removemos y las salteamos durante un par de minutos. Incorporamos los guisantes congelados. Los salteamos 3 minutos, salpimentamos y agregamos el vino.
Removemos, tapamos la sartén y dejamos reducir durante 4 minutos más o menos. Retiramos del fuego y reservamos.
Lavamos, secamos y picamos el cebollino. Calentamos agua en un cazo. Cuando llegue a ebullición, añadimos dos cucharadas de vinagre.
Cascamos un huevo en una taza y lo dejamos caer en ella con cuidado. Lo escalfamos 3 minutos, envolviendo la yema en la clara con una espumadera.
Lo escurrimos y lo pasamos a un plato. Repetimos la operación con el resto de los huevos.
Repartimos los guisantes en platos, añadimos un huevo en cada uno y servimos enseguida, espolvoreados con el cebollino.
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