Una receta de carne muy sabrosa y bien considerada en la cocina, destacando por su textura, sabor y escasez de grasa ¡y si lo rellenamos de jamón y queso ya será toda una "obra de arte culinaria"!
Ingredientes:
- 2 solomillos de cerdo de 400 g
- 6 orejones de albaricoque
- 4 lonchas de jamón cocido
- 125 g de queso de oveja curado
- 8 dientes de ajo
- 75 g de hojas de escarola y rúcula
- aceite de oliva virgen extra
- vinagre
- sal
- pimienta
- perejil
Preparación
Picamos los orejones en daditos y los reservamos. Cortamos 12 bastones de queso. Extendemos 4 lonchas de jamón sobre la tabla, les colocamos encima (a uno de los lados), 3 bastones de queso y unos dados de orejón. Enrollamos las lonchas de jamón sobre el queso y los orejones.
Cortamos los solomillos en dos y los abrimos (sin cortarlos del todo). Salpimentamos por la parte interior y pon una loncha de jamón sobre cada trozo. Los atamos con lid de cocina y los salpimentamos por fuera.
Doramos los 4 trozos de solomillo (por todos los lados) en una sartén con un chorrito de aceite.
Los colocamos sobre una bandeja apta para el horno. Agregamos los dientes de ajo (aplastados y sin pelar) e introducimos la bandeja en el horno (previamente calentado) a 200-220ºC durante 10 minutos.
Retiramos la cuerda de cocina y servimos un trozo de solomillo (puedes cortarlos por la mitad) y 2 dientes de ajo en cada plato.
Aliñamos las hojas de rúcula y escarola con aceite, vinagre y sal, y ponemos una porción en cada plato.
Adornamos con unas hojas de perejil.
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