El risotto a la milanesa con azafrán es una receta italiana exquisita, uno de los risottos más simples y famosos que existen. La receta es muy sencilla. La nota de color y sabor la pone el azafrán, ingrediente imprescindible en esta receta.
Ingredientes:
- 1 cebolla.
- 100 ml de vino blanco.
- 1,5 litros de caldo de carne o de pollo.
- 50 gr de queso parmesano o grana padano
- 10 hebras de azafrán
- Mantequilla
- Sal.
Preparación
Pelamos la cebolla y la picamos muy finita.
En una olla baja echamos un poco de mantequilla y sal y la ponemos a fuego medio-bajo. Cuando esté caliente la mantequilla incorporamos la cebolla y vamos removiéndola de vez en cuando. Cocinamos alrededor de 10 minutos, hasta que esté tierna y ligeramente dorada.
Vamos calentando el caldo ya que hay que ir echándoselo al risotto caliente. Lo podemos hacer en un cazo en el fuego debe estar prácticamente hirviendo o casi.
Cuando la cebolla esté lista subimos el fuego un poco, echamos el arroz y cocinamos un poco, que se tueste ligeramente, durante 2 o 3 minutos removiéndolo para que se mezcle con la cebolla.
Subimos el fuego para que esté a temperatura alta y vertemos el vino blanco.
Mantenemos así el fuego para que se evapore el alcohol, tardará unos 2-3 minutos.
Ahora volvemos a bajar el fuego a temperatura media y vamos añadiendo caldo caliente en tandas, una buena medida sería un vaso, y cuando el arroz lo haya absorbido casi por completo añadimos otra medida.
La idea es continuar el proceso durante entre 15 y 20 minutos (a veces en el propio paquete del arroz nos indica los minutos que necesita).
Vamos removiendo de vez en cuando el arroz y siempre que le echemos caldo debe estar bien caliente. Respecto a la cantidad de líquido, lo estimado es 1,5 litros aunque puede haber variaciones y si tu risotto está antes de gastarlo por completo, no necesita más.
Cuando lleve unos 15 vamos probando el arroz para comprobar el punto. El punto perfecto es que debe estar jugoso y con el centro hecho, que no se note duro, pero que en ningún caso llegue a estar pasado.
Trituramos un poco las hebras de azafrán (con un mortero o incluso con los propios dedos) y las echamos en un recipiente con un poco de caldo. Removemos con una cuchara para que el azafrán despliegue todo su aroma y también su característico color amarillo.
Cuando el risotto esté listo echamos el azafrán con el líquido y lo mezclamos bien.
Apagamos el fuego, apartamos la olla e incorporamos el queso parmesano rallado junto con un poco de mantequilla y mezclamos todo con el risotto.
Probamos por si hay que rectificarlo de sal y tapamos la olla para que repose 5 minutos.
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