𝗟𝗮 𝗴𝗮𝘀𝘁𝗿𝗼𝗻𝗼𝗺𝗶́𝗮 𝗲𝘀 𝗲𝗹 𝗮𝗿𝘁𝗲 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗽𝗿𝗲𝗽𝗮𝗿𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗱𝗲 𝘂𝗻𝗮 𝗯𝘂𝗲𝗻𝗮 𝗰𝗼𝗺𝗶𝗱𝗮. 𝗟𝗮 𝗽𝗮𝗹𝗮𝗯𝗿𝗮, 𝗰𝗼𝗺𝗼 𝘁𝗮𝗹, 𝗽𝗿𝗼𝘃𝗶𝗲𝗻𝗲 𝗱𝗲𝗹 𝗴𝗿𝗶𝗲𝗴𝗼 𝝲𝝰𝞂𝞃𝞀𝝾𝝼𝝾𝝻𝝸́𝝰 (𝗴𝗮𝘀𝘁𝗿𝗼𝗻𝗼𝗺𝗶́𝗮). 𝗟𝗮 𝗴𝗮𝘀𝘁𝗿𝗼𝗻𝗼𝗺𝗶́𝗮 𝘀𝗲 𝗰𝗼𝗺𝗽𝗼𝗻𝗲 𝗱𝗲 𝘂𝗻 𝗰𝗼𝗻𝗷𝘂𝗻𝘁𝗼 𝗱𝗲 𝗰𝗼𝗻𝗼𝗰𝗶𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼𝘀 𝘆 𝗽𝗿𝗮́𝗰𝘁𝗶𝗰𝗮𝘀 𝗿𝗲𝗹𝗮𝗰𝗶𝗼𝗻𝗮𝗱𝗮𝘀 𝗰𝗼𝗻 𝗲𝗹 𝗮𝗿𝘁𝗲 𝗰𝘂𝗹𝗶𝗻𝗮𝗿𝗶𝗼, 𝗹𝗮𝘀 𝗿𝗲𝗰𝗲𝘁𝗮𝘀, 𝗹𝗼𝘀 𝗶𝗻𝗴𝗿𝗲𝗱𝗶𝗲𝗻𝘁𝗲𝘀, 𝗹𝗮𝘀 𝘁𝗲́𝗰𝗻𝗶𝗰𝗮𝘀 𝘆 𝗹𝗼𝘀 𝗺𝗲́𝘁𝗼𝗱𝗼𝘀, 𝗮𝘀𝗶́ 𝗰𝗼𝗺𝗼 𝘀𝘂 𝗲𝘃𝗼𝗹𝘂𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗵𝗶𝘀𝘁𝗼́𝗿𝗶𝗰𝗮 𝘆 𝘀𝘂𝘀 𝘀𝗶𝗴𝗻𝗶𝗳𝗶𝗰𝗮𝗰𝗶𝗼𝗻𝗲𝘀 𝗰𝘂𝗹𝘁𝘂𝗿𝗮𝗹𝗲𝘀.


Cocinar es una actividad que permite unir a la familia en torno a la cocina y a la mesa, preparar platos diversos y aprovechar el tiempo libre en una actividad provechosa. Cocinar pone a prueba tu habilidad, tu creatividad y la capacidad de innovar. La gastronomía va más allá de comer; se trata de una actividad que tiene una historia y hace parte de la cultura.

Rollitos de espinacas con queso


 La espinaca es un vegetal con un gran aporte de hierro, fibra y betacarotenos, además, precursor de la vitamina A. Incorporarla en la dieta puede ser difícil para quienes no son amantes de las verduras o incluso en los niños, quienes tienen cierta aversión por los vegetales verdes de forma natural.



Ingredientes:


- 300 gr de harina integral 
- 120 ml de agua 
- 1 cucharadita de miel
- 1 cucharada postre de levadura en polvo
- 1 pizca de sal
- 1 cebolla grande
- 100 gr de espinacas
- 1 cucharada sopera de queso rallado
- 1 cucharada sopera de mostaza
- 1 diente de ajo



Preparación



Mezclamos la harina con la levadura y la sal. Hacemos una corona sobre una encimera limpia y en el centro vuelca el agua tibia y la miel. Integramos los ingredientes desde el centro hasta formar una masa lisa. La tapamos y dejamos descansar mientras preparamos el relleno, de esta manera, será más sencillo estirarla, ya que el gluten estará relajado.

Para el relleno, pelamos y picamos la cebolla en juliana. La salteamos en una sartén a fuego fuerte con 1 cucharadita de aceite. Una vez que esté dorada, bajamos el fuego a medio y, cuando se esté pegando, agregamos 1 cucharada de agua hirviendo. Repetimos este proceso tantas veces como deseemos, teniendo en cuenta que cuantas más veces lo repitamos, más caramelizada con sus propios azúcares quedará. Cuando este lista reservamos.

A continuación, estiramos la masa que has preparado en el punto 1, y la damos forma rectangular. Untamos la masa con la mostaza y con el ajo machacado.

Lo cubrimos con la cebolla caramelizada en sus propios azúcares. Luego, cubrimos la cebolla con las hojas de espinacas bien lavadas y picadas en crudo. Espolvoreamos el queso rallado.

Enrollamos la masa rellena de espinaca. Podemos asegurar el cierre humedeciendo un poco el borde con agua antes de cerrar el rollo.

Cortamos rollitos de 2 dedos de ancho. Los colocamos con el espiral hacia arriba en una fuente para horno con aceite en aerosol o 1 cucharadita de aceite desparramada con una servilleta. Dejamos unos 2 dedos de separación entre cada uno, ya que con la levadura algo subirán.

Los cocinamos en el horno fuerte, 200º C aproximadamente 15 minutos o hasta que la base esté ligeramente doradita.

Servimos calientes


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