Son perfectas para preparar un picoteo o bien para acompañar a un plato principal. Nos recordaran a unas muy famosas.
Ingredientes:
- 1 Kg de patatas para freír
- 200 gr de bacón en tiritas
- 150 gr de queso rallado
Para la salsa ranchera
- 150 ml de leche
- 2 cucharadas de vinagre
- 100 gr de mayonesa
- 1 yogur natural (125 ml)
- Zumo de medio limón
- 2 cucharadas de cebollino picado
- 1 y ½ cucharadita de ajo en polvo
- 1 cucharadita de cebolla en polvo
- ½ cucharadita de pimienta negra molida
- ¼ de cucharadita de sal
Preparación
Preparamos la buttermilk. Para ello mezclamos el vinagre con la leche y le damos unas vueltas. La dejamos reposar 10 minutos y la tenemos lista para usar
Picamos bien fino el cebollino ayudándote de un cuchillo bien afilado o de un robot de cocina.
Preparamos la salsa ranchera. Ponemos en un bol la mayonesa, el yogur natural y la buttermilk. Removemos un poco. Añadimos el ajo en polvo, la cebolla en polvo, la pimienta negra molida, un poco de sal y el cebollino picado, y mezclamos bien.
Incorporamos por último el zumo de medio limón. Mezclamos bien y la guardamos en la nevera hasta el momento de utilizarla.
Pelamos las patatas, las lavamos y cortamos en tiras de aproximadamente un centímetro de grosor.
Freímos las patatas en una sartén con abundante aceite o en una freidora. Cuando estén en su punto, las retiramos a un plato sobre papel absorbente.
Salteamos el bacón en una sartén sin nada de aceite. Cuando este dorado lo retiramos a un plato sobre papel absorbente.
Ponemos las patatas en una bandeja de cerámica. Vertemos la salsa por encima de las patatas y repartimos el bacón por encima. Añadimos ahora el queso rallado bien repartido.
Las horneamos en la parte superior del horno con la función de gratinar, a 250º C con calor solo arriba, hasta que se funda el queso.
Servimos enseguida
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