La panna cotta es un postre italiano que significa nata cocida. La base de este postre es la nata, que se puede acompañar de frutas, chocolate, mermeladas. Está muy bueno y suave, no es nada pesado, así que también es ideal para terminar una comida.
Ingredientes:
- 200 ml de nata líquida para montar
- 250 gr de fresas
- 4 láminas de hojas de gelatina
- 100 gr de azúcar
Preparación
Preparamos un bol ancho con agua, añadimos las hojas de gelatina en agua fría. Las tendremos el tiempo que nos indica el fabricante, unos 10 minutos.
Por otro lado, pondremos en un cazo la nata y el azúcar a calentar a fuego suave, iremos dando vueltas para que se disuelva el azúcar. Cuando esté bien disuelta apagamos, reservamos.
Lavamos las fresas, quitamos la parte de la hoja verde, las troceamos. Dejamos alguna para acompañar el postre. Las ponemos en un vaso batidor y las trituramos. Si hace falta, se le puede añadir unas cucharadas de leche para que sea más fácil triturarlas.
Una vez trituradas, se puede pasar la crema de fresas por un colador para que nos quede más fina y no encontrarnos las semillitas que contienen. Es mejor que la fresas sean un poco maduras pero que estén enteras, así estarán más dulces y darán más sabor a la panna cotta.
Escurrimos las hojas de gelatina bien, las añadimos poco apoco a la nata caliente, iremos removiendo hasta que se hayan disuelto bien.
Luego, añadimos las fresas que tenemos trituradas, vamos agregándolas poco a poco y mezclando muy bien.
Pondremos la crema de fresas en vasitos o en moldes para servir. Metemos los moldes en la nevera, los tendremos unas 3-4 horas o de un día para otro, así cogerá más sabor.
Cuando vayamos a servirlas, podemos desmoldarlas o servirlas en el mismo molde. Podemos servir la panna cotta de fresas acompañando la crema con unas fresas o trocitos de otras frutas variadas.
También le va bien poner unas hojas de menta y puedes servir la panna cotta de fresa en vaso si prefieres.
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