𝗟𝗮 𝗴𝗮𝘀𝘁𝗿𝗼𝗻𝗼𝗺𝗶́𝗮 𝗲𝘀 𝗲𝗹 𝗮𝗿𝘁𝗲 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗽𝗿𝗲𝗽𝗮𝗿𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗱𝗲 𝘂𝗻𝗮 𝗯𝘂𝗲𝗻𝗮 𝗰𝗼𝗺𝗶𝗱𝗮. 𝗟𝗮 𝗽𝗮𝗹𝗮𝗯𝗿𝗮, 𝗰𝗼𝗺𝗼 𝘁𝗮𝗹, 𝗽𝗿𝗼𝘃𝗶𝗲𝗻𝗲 𝗱𝗲𝗹 𝗴𝗿𝗶𝗲𝗴𝗼 𝝲𝝰𝞂𝞃𝞀𝝾𝝼𝝾𝝻𝝸́𝝰 (𝗴𝗮𝘀𝘁𝗿𝗼𝗻𝗼𝗺𝗶́𝗮). 𝗟𝗮 𝗴𝗮𝘀𝘁𝗿𝗼𝗻𝗼𝗺𝗶́𝗮 𝘀𝗲 𝗰𝗼𝗺𝗽𝗼𝗻𝗲 𝗱𝗲 𝘂𝗻 𝗰𝗼𝗻𝗷𝘂𝗻𝘁𝗼 𝗱𝗲 𝗰𝗼𝗻𝗼𝗰𝗶𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼𝘀 𝘆 𝗽𝗿𝗮́𝗰𝘁𝗶𝗰𝗮𝘀 𝗿𝗲𝗹𝗮𝗰𝗶𝗼𝗻𝗮𝗱𝗮𝘀 𝗰𝗼𝗻 𝗲𝗹 𝗮𝗿𝘁𝗲 𝗰𝘂𝗹𝗶𝗻𝗮𝗿𝗶𝗼, 𝗹𝗮𝘀 𝗿𝗲𝗰𝗲𝘁𝗮𝘀, 𝗹𝗼𝘀 𝗶𝗻𝗴𝗿𝗲𝗱𝗶𝗲𝗻𝘁𝗲𝘀, 𝗹𝗮𝘀 𝘁𝗲́𝗰𝗻𝗶𝗰𝗮𝘀 𝘆 𝗹𝗼𝘀 𝗺𝗲́𝘁𝗼𝗱𝗼𝘀, 𝗮𝘀𝗶́ 𝗰𝗼𝗺𝗼 𝘀𝘂 𝗲𝘃𝗼𝗹𝘂𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗵𝗶𝘀𝘁𝗼́𝗿𝗶𝗰𝗮 𝘆 𝘀𝘂𝘀 𝘀𝗶𝗴𝗻𝗶𝗳𝗶𝗰𝗮𝗰𝗶𝗼𝗻𝗲𝘀 𝗰𝘂𝗹𝘁𝘂𝗿𝗮𝗹𝗲𝘀.


Cocinar es una actividad que permite unir a la familia en torno a la cocina y a la mesa, preparar platos diversos y aprovechar el tiempo libre en una actividad provechosa. Cocinar pone a prueba tu habilidad, tu creatividad y la capacidad de innovar. La gastronomía va más allá de comer; se trata de una actividad que tiene una historia y hace parte de la cultura.

Crema catalana


 La crema catalana es uno de los postres más tradicionales y populares de la gastronomía de Catalunya. Su popularidad es tal, que hoy en día se ha extendido por todo el país e, incluso, otras regiones del mundo, por lo que encontramos distintas versiones casi por todo el planeta. Este rico postre consiste en una crema pastelera más fina que la habitual, cubierta de azúcar quemado que aporta el toque crujiente y dulce que tanto lo caracteriza.




Ingredientes:


- 750 ml de leche entera
- 6 yemas de huevo
- 30 gr de maicena
- 6 cucharadas soperas de azúcar para la crema
- 4 cucharadas soperas de azúcar para quemar
- 1 trozo de cáscara de limón o un palo de canela



Preparación



Calentamos la leche en un cazo con 4 cucharadas de azúcar y la cáscara de limón. Dejamos que se disuelva el azúcar y se infusione la leche a fuego medio. Recuerda que el limón es opcional y puedes sustituirlo por naranja o una rama de canela.

Mientras se calienta la leche, colocamos las yemas de huevo en un bol con las 2 cucharadas de azúcar restantes y la maicena, removemos hasta que queden estos ingredientes bien mezclados y la maicena bien disuelta sin grumos.

Cogemos un cucharón de leche del cazo caliente y lo añadimos poco a poco a la mezcla de yemas y maicena. Enseguida, removemos, añadimos otro cucharón y seguimos mezclando. Te recomendamos hacer la crema catalana con varillas manuales en este punto.

Incorporamos la mezcla anterior a la leche que todavía tienes en el fuego, removemos ahora con una cuchara de madera sin parar. Bajamos el fuego y cocinamos la crema catalana suavemente durante 5 minutos, sin dejar de mover.

En el último minuto, subimos un poco el fuego y dejamos que empiece a hacer burbujas alrededor, como si estuviera a punto de hervir pero sin llegar a hacerlo, ya que la crema podría cortarse. Cuando veas que está lista, con una consistencia espesa y cremosa al mismo tiempo, apagamos el fuego.

Colamos la crema o la pasamos por un chino para que aún quede más fina y sin grumos. Llenamos unos cuencos de barro con la crema catalana y dejamos que se enfríe en la nevera como mínimo una hora.

El azúcar quemado que cubre la superficie de la crema catalana debe hacerse justo antes de consumirse, ya que podría derretir la crema si lo haces con demasiada antelación. Dicho esto, distribuimos una cucharada de azúcar sobre cada cuenco de crema.

Hay dos formas de quemar el azúcar de la crema catalana casera. Tradicionalmente, es decir, en la receta de crema catalana original, se utilizaba una plancha de hierro redonda que se calentaba directamente en el fuego y se dejaba unos segundos sobre el azúcar, los necesarios para caramelizarlo y quemarlo sin que se quede pegado. Si te preguntas cómo hacer crema catalana sin soplete, esta es la manera.

 Ahora bien, si no dispones de plancha, la segunda forma es con un soplete. Simplemente debes quemar el azúcar con el soplete hasta que esté caramelizado y tostado.


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