La crema catalana es uno de los postres más tradicionales y populares de la gastronomía de Catalunya. Su popularidad es tal, que hoy en día se ha extendido por todo el país e, incluso, otras regiones del mundo, por lo que encontramos distintas versiones casi por todo el planeta. Este rico postre consiste en una crema pastelera más fina que la habitual, cubierta de azúcar quemado que aporta el toque crujiente y dulce que tanto lo caracteriza.
Ingredientes:
- 750 ml de leche entera
- 6 yemas de huevo
- 30 gr de maicena
- 6 cucharadas soperas de azúcar para la crema
- 4 cucharadas soperas de azúcar para quemar
- 1 trozo de cáscara de limón o un palo de canela
Preparación
Calentamos la leche en un cazo con 4 cucharadas de azúcar y la cáscara de limón. Dejamos que se disuelva el azúcar y se infusione la leche a fuego medio. Recuerda que el limón es opcional y puedes sustituirlo por naranja o una rama de canela.
Mientras se calienta la leche, colocamos las yemas de huevo en un bol con las 2 cucharadas de azúcar restantes y la maicena, removemos hasta que queden estos ingredientes bien mezclados y la maicena bien disuelta sin grumos.
Cogemos un cucharón de leche del cazo caliente y lo añadimos poco a poco a la mezcla de yemas y maicena. Enseguida, removemos, añadimos otro cucharón y seguimos mezclando. Te recomendamos hacer la crema catalana con varillas manuales en este punto.
Incorporamos la mezcla anterior a la leche que todavía tienes en el fuego, removemos ahora con una cuchara de madera sin parar. Bajamos el fuego y cocinamos la crema catalana suavemente durante 5 minutos, sin dejar de mover.
En el último minuto, subimos un poco el fuego y dejamos que empiece a hacer burbujas alrededor, como si estuviera a punto de hervir pero sin llegar a hacerlo, ya que la crema podría cortarse. Cuando veas que está lista, con una consistencia espesa y cremosa al mismo tiempo, apagamos el fuego.
Colamos la crema o la pasamos por un chino para que aún quede más fina y sin grumos. Llenamos unos cuencos de barro con la crema catalana y dejamos que se enfríe en la nevera como mínimo una hora.
El azúcar quemado que cubre la superficie de la crema catalana debe hacerse justo antes de consumirse, ya que podría derretir la crema si lo haces con demasiada antelación. Dicho esto, distribuimos una cucharada de azúcar sobre cada cuenco de crema.
Hay dos formas de quemar el azúcar de la crema catalana casera. Tradicionalmente, es decir, en la receta de crema catalana original, se utilizaba una plancha de hierro redonda que se calentaba directamente en el fuego y se dejaba unos segundos sobre el azúcar, los necesarios para caramelizarlo y quemarlo sin que se quede pegado. Si te preguntas cómo hacer crema catalana sin soplete, esta es la manera.
Ahora bien, si no dispones de plancha, la segunda forma es con un soplete. Simplemente debes quemar el azúcar con el soplete hasta que esté caramelizado y tostado.
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